Iglesias engaña a los españoles: «El acuerdo europeo permitirá afrontar la crisis sin recortes»
«¿Qué debería hacer una fuerza democrática que ganara unas elecciones en un país en el sur de Europa? Yo no tengo dudas, debería tomar el control de la política monetaria saliendo del euro e inmediatamente devaluar para favorecer las exportaciones. Debería también decretar la suspensión del pago de la deuda y nacionalizar la banca». Era la opinión de Pablo Iglesias en 2013. Ahora, ya como vicepresidente, el líder de Podemos bendice el acuerdo europeo que reportará a España 140.000 millones de euros, de los que más de la mitad estarán condicionados a la aprobación de reformas contrarias a la ideología de Podemos.
Haciendo de tripas corazón, el vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha ensalzado este martes el «alcance histórico y sin precedentes» del acuerdo alcanzado en Bruselas que, en su opinión, permitirá afrontar la crisis «sin recortes» y continuar con «el programa» del Gobierno de coalición.
El acuerdo aprobado por el Consejo Europeo tiene un alcance histórico y sin precedentes en la UE: el conjunto de los países que componen la Unión se endeudará conjuntamente para financiar un estímulo fiscal de una dimensión muy importante.
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) July 21, 2020
En un mensaje difundido a través de las redes sociales, Iglesias admite que el acuerdo no va «todo lo lejos» que a «algunos» les habría gustado, pero considera una buena noticia que la Unión Europea haya dejado atrás la senda de la austeridad y los recortes que, según enfatiza el vicepresidente, lastró las economías del sur en la crisis de hace diez años.
«Debemos destacar algo clave para España: el acuerdo alcanzado no solo no impedirá que el Gobierno de coalición continúe aplicando su programa, sino que significará un enorme estímulo para continuar con las transformaciones en clave de recuperación de derechos y reconstrucción de lo público que nos marcamos en el acuerdo de Gobierno», remarca Iglesias.
No obstante, debemos destacar algo clave para España: el acuerdo alcanzado no solo no impedirá que el Gobierno de coalición continúe aplicando su programa, sino que significará un enorme estímulo para continuar con las transformaciones
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) July 21, 2020
El líder de Podemos hace esta consideración cuando se ha puesto en duda la oportunidad de acometer algunos aspectos del programa, entre ellos la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, una cuestión que está recogida en ese acuerdo al que hace referencia Iglesias.
«Los «eurobonos», que parecían inviables hace unos años, ahora son una realidad y servirán para afrontar esta crisis de forma distinta, sin recortes», reseña además el vicepresidente.
Los “eurobonos”, que parecían inviables hace unos años, ahora son una realidad y servirán para afrontar esta crisis de forma distinta, sin recortes.
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) July 21, 2020
De esta forma pone en valor que el acuerdo del Consejo Europeo va en «una dirección diametralmente opuesta» a hace diez años, cuando se apostó -dice- por «recortes sociales que provocaron la asfixia de los países del sur y una grave crisis del proyecto europeo».
Pablo Iglesias pondera que Europa ha reaccionado a la crisis del coronavirus de forma «coordinada y solidaria» ya que por primera vez en la historia de la UE se plantean subvenciones financiadas con deuda conjunta.
«Este acuerdo es un buen acuerdo para la UE y para España y es un balón de oxígeno para el proyecto europeo, pero queda un largo camino por recorrer para avanzar en una Unión Europea que garantice un marco institucional y de gobierno en el que se refuercen los procedimientos democráticos, así como una reforma del Pacto Fiscal y de Estabilidad para evitar una posible vuelta de la austeridad fiscal», añade el vicepresidente.
Tutela sobre España
Sin embargo, la realidad es que el acuerdo refuerza el control sobre la concesión de ayudas directas para contentar a Holanda y los denominados países frugales, que reclamaban que los Estados pudiesen vetar los planes de reformas e inversiones de sus socios, mientras que la Comisión Europea quería que se pronunciasen sólo a nivel técnico.
Finalmente, para recibir las ayudas condicionadas, los gobiernos como el de España deberán remitirán sus planes a la Comisión, y estos tendrán que ser aprobados también por una mayoría cualificada de los Veintisiete.
Después, a la hora de autorizar el desembolso de cada tramo de ayuda, si un país o varios tienen dudas, podrán elevar la cuestión a una cumbre de líderes, con lo que el pago se paralizará hasta que lo hayan abordado. Es decir, que el derecho de veto y la contención que pretendía Holanda, en la práctica, existe.