Junqueras desafía al juez: defiende su «perseverancia» en el golpe mientras Forcadell sale de prisión
Oriol Junqueras ha decidido desafiar abiertamente a la Justicia. En un mensaje difundido ayer por la noche, el ex vicepresidente catalán en prisión preventiva por rebelión, sedición y malversación subrayó su «perseverancia» en el golpismo. Lo hacía minutos después de que su compañera Carme Forcadell recibiese la notificación de que podría abandonar la prisión tras depositar una fianza de 150.000 euros.
Según la información en manos de la Guardia Civil y trasladada ya a la Justicia, Carme Forcadell formaba parte de una estructura coordinada y comandada para desafiar la Constitución y la unidad de España, entre otros, por Oriol Junqueras. Y la ex presidenta golpista del Parlamento catalán, sin embargo, y pese a esta coordinación, conseguía la fijación de una fianza evidentemente asumible exactamente por lo contrario que defendía su jefe golpista dos horas después: Junqueras reafirmaba su «perseverancia» y Forcadell, todo lo contrario, subrayaba su compromiso de «comportamiento acorde a la Constitución».
Pero es más. Junqeras reforzaba la idea de la unidad de los golpistas. «El horizonte se irá aclarando en la medida que persistimos. La resiliencia a la injusticia, la violencia y los abusos, al autoritarismo, a la maldad, debe ser nuestra virtud», señalaba en un artículo publicado a las diez de la noche, dos horas después de que Forcadell afirmase lo contrario en sede judicial y lograse su pasaporte a la calle precisamente en base a la credibilidad de sus palabras. Junqeras destaca que el suyo no era un planteamiento aislado: «Seguimos. Sonriendo a la adversidad, superando las dificultades y perseverante. Y con unidad de acción. Esta es una de las claves de la victoria».
El Tribunal Supremo asumirá en breve las causas contra el golpismo procedentes del resto de sedes judiciales que aún procesan el caso. Y, cuando lo haga, deberá evaluar si mantiene o no la prisión preventiva de Junqueras y el resto de ex consejeros regionales. En ese momento deberá tener en cuenta que, en base a su propia doctrina, si Forcadell ha podido salir por decir que ya no volverá a ser golpista, simultáneamente, Junqueras decía todo lo contrario. Y afirmaba cosas como que «en nombre de la sagrada unidad de España no se puede agredir a la gente, señores del 155. No hay excepciones. En nombre de la sagrada unidad de España tampoco debería poder asaltar las instituciones catalanas, ni ponerlas en manos de aquellos que quieren destruir la escuela catalana, fomentar los guetos, fiscalizar los medios de comunicación o destrozar la sanidad pública. A base de golpes nunca se ha construido nada bueno». Todo un manifiesto de reiteración delictiva.