El nonagenario Tamames pide defender la moción de censura sentado: Batet será «flexible»

El candidato de Vox a la moción de censura, Ramón Tamames, podrá intervenir desde el lugar que considere más cómodo del Congreso de los Diputados. El presidenciable de 89 años, tal como avanzó OKDIARIO, ha pedido a la presidenta del legislativo, Meritxell Batet, intervenir sentado para no tener que subir las escaleras que llegan hasta el atril por sus problemas de movilidad. Y ella le ha respondido que será «flexible». Según fuentes parlamentarias, se valorará la opción de que intervenga desde un escaño o desde un atril frente a la bancada del Gobierno, como el portavoz de Unidas Podemos Pablo Echenique.

En la conversación que ha mantenido esta mañana la presidenta del Congreso con el economista y ex político, para confirmarle que el debate de la moción se celebrará la semana próxima, Meritxell Batet le ha trasladado su disposición a facilitar todo lo posible su intervención ante la Cámara. La dirigente socialista ha mostrado su absoluta flexibilidad para que el candidato pueda defender su programa e intervenir en el pleno desde el lugar del hemiciclo que mejor le convenga.

Según señalan fuentes parlamentarias, ha sido el propio Tamames el que ha consultado con la presidenta si podría intervenir sentado, sin tener que permanecer de pie mientras se dirige al hemiciclo como se hace habitualmente. A su pregunta Batet le ha respondido afirmativamente, además de dejarle claro que le facilitará incluso varias opciones de ubicación para que elija la que le resulte más cómoda debido a sus problemas de movilidad.

Así, las posibilidades que se barajan y que se esperan aclarar a lo largo de esta semana son que hable desde un escaño, desde una mesa o un atril situado expresamente en la parte inferior del hemiciclo -como se hace cuando el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, habla desde su silla de ruedas- o incluso que intervenga desde la tribuna de oradores.

Batet está incluso dispuesta a permitir a Ramón Tamames que escoja ubicación en función de sus necesidades o incluso que improvise, de manera que podría acometer su primer discurso desde la tribuna, a la que le puede resultar complicado acceder, para después tomar la palabra en las sucesivas réplicas desde la parte inferior del hemiciclo para evitar tener que subir y bajar unas escaleras muy empinadas.

Así las cosas, una vez conocidas ya las fechas del debate, las incógnitas que aún persisten son la hora a la que comenzará la sesión -posiblemente antes del mediodía, lo que obligaría al Gobierno a cambiar la celebración del Consejo de Ministros de los martes- y el emplazamiento del candidato.

El horario se sabrá mañana martes, cuando se trate en la Junta de Portavoces, y Batet tendrá muy en cuenta los tiempos que podría requerir el debate antes que la convocatoria del Consejo, por lo que seguramente el pleno arrancará antes de las 12 de la mañana.

Uno de los factores que más complica anticiparse a la duración de la sesión es que ni el candidato ni el presidente del Gobierno tienen límite de tiempo para intervenir, de modo que la extensión del debate depende en último extremo de cuánto prolonguen sus alocuciones, más allá de las de los portavoces, que sí están tasadas.

El pleno comenzará con la presentación del candidato, que correrá a cargo del líder de Vox, Santiago Abascal, sin límite de tiempo, según establece el artículo 177 del Reglamento del Congreso.

«A continuación, y también sin limitación de tiempo, podrá intervenir el candidato propuesto en la moción para la Presidencia del Gobierno, a efectos de exponer el programa político del Gobierno que pretende formar», prosigue el mismo artículo.

Los portavoces de los grupos dispondrán después de 30 minutos cada uno para intervenir también, con un turno de réplica de 10 minutos; y como siempre en los debates parlamentarios el jefe del Ejecutivo podrá hablar cuando y cuánto lo considere oportuno.

Aunque el líder del PP y jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, no tiene previsto acudir a la sesión, si finalmente decidiera hacerlo su condición de senador le permite ocupar un escaño o un puesto en la tribuna de autoridades; eso sí, en ningún caso podrá tomar la palabra.