Montero gasta 22.000 € en cuidar las plantas del Instituto de la Mujer y exige un césped inferior a 10 cm
El Ministerio de Igualdad, liderado por Irene Montero, invertirá 22.281 euros en el mantenimiento de las plantas de interior y el jardín del edificio en el que se encuentra la sede central del Instituto de la Mujer, un inmueble de 2.000 metros cuadrados. El pliego exige, entre otras obligaciones, que el césped no supere los 10 centímetros.
El portal oficial de contratación del Estado recoge la licitación de un “servicio para el mantenimiento y conservación de la sede de Condesa de Venadito” donde se sitúa el Instituto de la Mujer dirigido por Beatriz Gimeno, también alto cargo de Podemos. El pliego, al que ha tenido acceso OKDIARIO, pone a disposición algo más de 22.000 euros para los trabajos de jardinería que incluyen la conservación, reposición y podas de las plantas situadas en el interior y en el exterior del edificio.
Las exigencias determinan que la siega de los céspedes se “realizará con la frecuencia precisa para que la hierba no alcance una altura tal que, estética o fisiológicamente, suponga un perjuicio para el césped, entendiéndose una altura no superior a los 10 centímetros”. Además, se incluyen las instrucciones para el recorte con tijeras, los abonados, la aireación o el entrecavado de las zonas verdes dedicadas a las plantas. «En los meses de parada vegetativa será suficiente una siega cada dos meses, y en los meses de actividad vegetativa una siega cada 10 días, aproximadamente», detallan.
Por otro lado, la empresa deberá encargarse de las labores de reposición de plantas que consistirán, según el pliego,» en la sustitución, renovación o resiembra de las plantas permanentes o de temporada y que hubieran perdido o mermado, considerablemente, sus características ornamentales, o bien que su precario estado botánico haga prever tal situación para un futuro próximo». No puede haber ni un desperfecto.
Otro detalle a destacar es que el Ministerio quiere a los jardineros perfectamente uniformados. «Todos los operarios irán provistos del correspondiente uniforme, normalizado y con el anagrama pertinente, comprometiéndose la empresa adjudicataria a que todos sus operarios
usen el uniforme con decoro y limpieza». Además, tendrán a su «disposición un lugar donde depositar la maquinaria, productos fitosanitarios, etc., necesarios para el cumplimiento de este servicio y facilitará una taquilla de vestuario para el operario». «Será responsabilidad del operario mantener el orden y la limpieza en la caseta», avisan.
Plantas de interior
El servicio comprende también el riego y cuidado de las platas de adorno situadas en el despacho de la directora general (Beatriz Gimeno), de los subdirectores generales y en sus respectivas secretarías, cafetería, entrada y pasillos del edificio de la sede central del Instituto de la Mujer.
Por otra parte, Irene Montero quiere tener a punto todos los aparatos elevadores. Se dedica otro contrato, en este caso, de 3.571 euros, para atender tres ascensores y dos montalibros en la sede central del Instituto de la Mujer en calle Condesa.
Cesión a colectivos
Este edificio es el elegido por Irene Montero y su equipo para contentar a los colectivos feministas a través de cesiones de espacios. Los planes del Ministerio de Igualdad, como avanzó OKDIARIO, pasan por adjudicar espacios de la sede central de Instituto de la Mujer en el distrito madrileño de Ciudad Lineal a los grupos que organizan el 8-M (el Día Internacional de la Mujer).
Este centro público que ahora dirige ahora Beatriz Gimeno (Podemos) está trabajando en este proyecto que servirá de guiño a asociaciones de mujeres muy ligadas a Podemos. De esta forma, Montero sigue las teorías de Íñigo Errejón de disponer de «instituciones populares de resistencia», es decir, cuarteles de invierno donde los grupos vinculados a sus corrientes ideológicas estén bajo el paraguas del ámbito público, sobre todo para cuando pierdan el poder.
El Instituto de la Mujer está dividido en dos emplazamientos. La mitad del personal está en las dependencias del Ministerio de Igualdad, en la céntrica calle Alcalá. La otra parte, en la sede principal del Instituto de la Mujer, lo que antes era la Dirección General del Menor, ubicada en la calle Condesa de Venadito. Ambas sedes están muy separadas entre sí lo que no gusta a Montero y Gimeno.
Por tanto, el nuevo equipo ministerial está impulsando la unificación de ambos centros. Los funcionarios y técnicos que quedan en este segundo edificio se ubicarán en el edificio del Ministerio, entre la Puerta del Sol y la Plaza de Cibles. De esta forma, quedan libres cientos de metros cuadrados en Condesa de Venadito. Aunque ya no se utilicen, Beatriz Gimeno quiere que mantener bajo su control estos espacios. Se trata de salas de ordenadores, oficinas, salas de reuniones, un salón de actos… En total, 2.000 metros cuadrados de superficie, en varias plantas y unos jardines, que tras la adjudicación estarán cuidados al máximo detalle.
«Centro de pensamiento»
Además, Irene Montero quiere impulsar el Instituto de la Mujer como «gran centro de pensamiento feminista», según ha comentado la propia ministra. El objetivo es convertir este organismo público en un ‘think tank’ de referencia en temas de feminismo.
La ministra estuvo visitó a los trabajadores de este inmueble que serán reubicados y ahí ya comentó sus planes para esta institución. Los funcionarios le trasladaron, entre otros asuntos, que están faltos de personal. En particular, lamentan que atienden unas 100 consultas al mes y muchas veces no pueden contestar en el plazo de 20 días que se autoimponen.