Mohamed VI exigió a Sánchez que no lleve a ministros de Podemos a la cumbre de Rabat
Marruecos no quiere a ningún ministro de Podemos en su Reunión de Alto Nivel (RAN) con España, aún pendiente de fecha definitiva. Así se lo trasmitió Mohamed VI a Pedro Sánchez, a través ambos de sus interlocutores del Ministerio de Exteriores. La exigencia, planteada el pasado septiembre, según fuentes diplomáticas, «no era negociable». Sánchez ya se lo ha comunicado a sus ministros, que saben que no son «bienvenidos» en Marruecos por apoyar las tesis del Frente Polisario sobre el Sáhara Occidental.
Sánchez pasó por el aro marroquí al reconocer la autoridad de Mohamed VI sobre el Sáhara, con una cesión histórica en forma de carta enviada el pasado mes de abril. Pero sus ministros de Podemos no. Una de esas líneas rojas de los morados que el PSOE ha traspasado sin más consecuencia que una reprimenda mediática de los miembros de esa ala del Gobierno. Pero nada más. Eso sí, Rabat no olvida y no les quiere ni ver en pintura.
Así lo trasladó el gabinete de Mohamed VI a España a través de una de las reuniones de trabajo para preparar esa cumbre bilateral, que lleva sin celebrarse desde 2018. El aviso marroquí, según las fuentes diplomáticas consultadas por OKDIARIO, se produjo durante el viaje del ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, a Rabat el pasado mes de septiembre.
De esa manera, Marruecos plantea su veto a la presencia de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; de la ministra de Igualdad, Irene Montero; de la de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y del de Consumo, Alberto Garzón. Del titular de Universidades, Joan Subirats, no hay constancia de advertencia alguna por parte de Rabat.
Moncloa, lejos de defender a parte de sus ministros, hizo suyo el veto. Los afectados ya lo conocen. Según ha informado OKDIARIO, Sánchez tampoco era partidario de que estos ministros formasen parte de la delegación y su presencia pudiese enturbiar una cumbre que el Ejecutivo considera vital para el futuro de las relaciones entre ambos países. Y sobre todo, para la tranquilidad de Moncloa en muchos frentes, principalmente el de la inmigración.
La no comparecencia de estos ministros es significativa en algunos casos. Por ejemplo, en cuestiones laborales, rama de Díaz, que toquen la regularización de las mujeres marroquíes que todos los días pasan la frontera de Ceuta y Melilla para trabajar. O el caso de Consumo, con multitud de frentes en común con Marruecos: el mayor proveedor y también el cliente más grande del balance exportaciones-importaciones de España.
Críticas
En el caso de Yolanda Díaz, la vicepresidenta fue muy crítica con el hecho de que Sánchez no hubiese siquiera llevado a debate su reconocimiento de Marruecos como autoridad del Sáhara Occidental. «Esta decisión no se ha votado en el Consejo de Ministros, por tanto el Gobierno no ha hablado», advirtió Díaz. «Sí hay un cambio y aquí nuestra posición es conocida… y aquí lo dejo», sentenció. No volvió a hablar del tema.
Garzón también se significó en el asunto. Denominó al pueblo saharaui de «víctima» y pidió que puedan ejercer el «derecho a expresar cómo quiere que sea su futuro», posicionándose contra las tesis de Rabat.
El pueblo saharaui es víctima desde hace mucho tiempo, y no se puede mirar hacia otro lado. El pueblo saharaui tiene derecho a expresar cómo quiere que sea su futuro mediante un referéndum libre, como desde 1995 estableció el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. https://t.co/kYTe7HhX8m
— Alberto Garzón🔻 (@agarzon) March 18, 2022
Ione Belarra se expresó en términos parecidos a los de Garzón, indicando que «España no debe apartarse del derecho internacional».
El conflicto del Sahara Occidental exige una “solución politica justa, duradera y aceptable para todas las partes” de acuerdo con las Resoluciones del Consejo de Seguridad que “prevea la libre determinación del pueblo saharaui”. España no debe apartarse del derecho internacional.
— Ione Belarra (@ionebelarra) March 18, 2022
Irene Montero reaccionó de forma relativamente comedida al anuncio de Sánchez asegurando que «el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es cristalino respecto al conflicto del Sáhara Occidental. Habla de una solución política justa, duradera y aceptable para todas las partes incluyendo la libre determinación del pueblo saharaui. España debe continuar en este camino».
Pero Marruecos seguramente ya conocía la posición radical de Montero en la cuestión saharaui, como la de 2016 cuando pedía «terminar con las violaciones de Derechos Humanos y la ocupación marroquí». Acompañaba su mensaje con una foto y el eslogan «¡Sáhara libre!».
Terminar con las violaciones de DDHH y la ocupación marroquí, respetar el derecho del pueblo saharaui a decidir #EspañaNoDescolonizaSahara pic.twitter.com/tA8ghszzjw
— Irene Montero (@IreneMontero) November 15, 2016