Marlaska deja sin medalla al policía muerto por Covid que se contagió en la crisis migratoria de Canarias

Antonio Jesús Marín, miembro de la Unidad de Intervención Policial de Málaga, perdió la vida 72 horas después de volver de las islas tras 15 días de servicio

Sus compañeros pidieron que se reconociera su muerte en acto de servicio y que fuera condecorado. No le han otorgado ni una cosa ni la otra

Marlaska indigna a la Policía: no acude al funeral del agente que murió de Covid tras volver de Canarias

medalla policía covid
Antonio, agente de 51 años, falleció días después de regresar de Canarias con sus compañeros. Esta imagen fue tomada tres meses antes de la pandemia.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

El pasado 5 de enero cientos de policías nacionales se cuadraban ante el ataúd de su compañero Antonio Jesús Marín mientras su viuda y sus dos hijos trataban de digerir lo que había sucedido en apenas una semana. Este policía nacional perteneciente a la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Málaga había regresado el día 30 de diciembre desde Canarias, donde cada 15 días viajaban miembros de las UIP de toda España para ayudar en la gestión de la crisis migratoria del archipiélago que dejaba un saldo de miles de inmigrantes ilegales llegados a las islas sin recursos y en mitad de una pandemia. El día 1 de enero el agente se encontró mal y empeoró hasta ser ingresado en la UCI. Tres días después ya estaba muerto y el día 5 su familia lo enterraba. Y ahora, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le deniega una medalla póstuma a este policía.

“A esta familia no le puede faltar de nada”. Esa frase se le clava hoy como un puñal en los oídos a los policías más cercanos a Jesús. La pronunció un jefe operativo que hoy pasa sus días lejos de España destinado en una embajada. Y les duele profundamente porque fueron sus propios compañeros los que pidieron para Jesús, o más bien para su familia, dos cosas: la concesión del reconocimiento de caído en acto de servicio y una medalla, a poder ser pensionada, para el único policía muerto en pandemia por haber sido destinado a uno de los mayores focos de contagio: la crisis migratoria de Canarias.

El pasado jueves por la tarde se publicó una orden general desglosando los reconocimientos y recompensas a miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Por ejemplo, los agentes que este verano ayudaron a evacuar al personal colaborador de España de Afganistán han sido reconocidos, como no podía ser de otra manera, con la Medalla al Mérito con distintivo Rojo. Es cierto que no es el más alto reconocimiento policial, pero al menos se les impondrá en justo homenaje a su honor y valentía.

En las 97 páginas del boletín los compañeros de Antonio Jesús han buscado una y otra vez el nombre de su compañero muerto a principios de año, pero no lo han encontrado, y no porque el Ministerio del Interior se haya olvidado de uno de sus agentes muertos. Lo peor del caso es que la medalla para Antonio Jesús ha sido denegada. La sorpresa es mayor porque cuando se solicitó a los superiores malagueños el reconocimiento del miembro de la UIP éstos lo acogieron con interés, querían reconocer su muerte. Pero algo pasó cuando el expediente llegó a Madrid y Antonio Jesús desapareció de los homenajeados.

Denegada, no olvidada

No se pueden haber hecho peor las cosas en este caso en particular. Durante meses los policías obligados a viajar a Canarias, foco lógico de contagio por el hacinamiento de miles de inmigrantes ilegales en los refugios levantados por el Gobierno, tenían que llevarse sus propias medidas de protección contra el Covid por lo precario del material con el que les dotaba Interior. Pero es que lo peor de esta historia, la del policía fallecido, llegó al regresar de Canarias. Antonio Jesús se sometió a una prueba de detección de Covid y dio un falso resultado negativo. Cuando fue ingresado en la UCI, entonces sí, se le hizo una PCR. Resultado positivo.

Dolor, impotencia y decepción son las palabras que se repiten entre los compañeros del agente fallecido. Ha sido la Confederación Española de Policía la que mejor ha resumido el pesar de sus compañeros al ser Antonio Jesús uno de sus afiliados: “La negativa a condecorar a Antonio Jesús Martín Lozano, a un funcionario ejemplar y abnegado, nos lleva a reclamar la intervención de las instituciones malagueñas -Subdelegación del Gobierno, Ayuntamiento, Junta de Andalucía- y del conjunto de la sociedad para obtener de Interior un último gesto de respeto a la memoria de un agente que merece ese homenaje y que estaba, cuando más se le necesitaba, allí́ donde los que ahora se niegan a recompensar su valor jamás estuvieron ni estarán. Su memoria y derechos nos conciernen a todos y desde CEP instamos al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía a que reconsideren esta lamentable y bochornosa decisión”.

Suerte en su petición, porque al funeral del único agente de policía contagiado y fallecido de forma cierta como consecuencia de un acto de servicio el ministro Fernando Grande-Marlaska decidió no acudir. Eso ya dice mucho. Uno de los amigos del policía fallecido atiende a este periódico por teléfono y se le quiebra la voz: “Han pasado 24 horas desde que sé lo de la medalla y no me atrevo a llamar a la mujer de Antonio Jesús”. Alguien debería hacerlo y ya.

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