Marimar Blanco: «Lo mínimo es no vender la memoria por unos votos manchados de sangre»

La senadora Marimar Blanco, hermana del concejal en Ermua del PP asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco, ha llamado este domingo a no olvidar a las víctimas del terrorismo y ha afirmado que «lo mínimo es no vender su memoria por unos votos manchados de sangre». «Hoy los herederos de ETA tienen más poder que nunca y condicionan la política nacional, por la permisividad interesada de un gobierno que deshonra el significado político de las víctimas con este acercamiento y esta colaboración inmoral que está premiando a los terroristas», ha dicho en la presentación de una escultura en recuerdo de su hermano en Santa Marta de Tormes (Salamanca).

Marimar Blanco ha destacado que «no se pueden poner alfombras rojas a quienes ni han pedido perdón ni han mostrado arrepentimiento, sino todo lo contrario, y lo único que buscan es legitimar su pasado, borrar su culpa y dejar de sentirse señalados por los más de 800 asesinatos que cometieron».

«No podemos olvidar que nuestra democracia se asienta en el sacrificio de miles de hombres y mujeres que ante el ataque del terrorismo, y especialmente de ETA, sacrificaron su vida y su bienestar por asentar un marco de convivencia para todos los ciudadanos españoles, y por ello, lo mínimo que debemos hacer es honrar su memoria cada día, y no venderla por un puñado de votos manchados de sangre», ha afirmado.

La senadora ha dicho asimismo que, 27 años después, «hemos conseguido erradicar el tiro en la nuca y el coche bomba pero no hemos derrotado a la ideología que sustentó 60 años de amenaza».

Por su parte, el alcalde de Santa Marta de Tormes, David Mingo (PP), ha indicado que con la estatua a Miguel Ángel Blanco «se salda una deuda que todos los municipios tenían con la historia reciente de España, con la democracia, con la libertad y con los derechos», un homenaje que partió de una moción de julio de 2022 para dar el nombre del concejal a una calle del municipio.

La escultura, del artista salmantino Amable Diego, supera los seis metros y se compone de dos grandes bloques de granito, sobre los cuales se han  instalado dos retratos de Miguel Ángel Blanco elaborados en acero inoxidable, el mismo material de la paloma que corona la obra a modo de veleta.