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Majarenas fue homenajeada a su salida de la cárcel y entrevistada por la TV vasca como una heroína

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Paula Baena

La etarra Sara Majarenas salió de prisión en 2018, después de haber cumplido 13 años de condena por delitos de integración en organización terrorista, falsedad documental y tenencia ilícita de armas. Majarenas había formado parte del Comado Levante de ETA, dedicado a organizar objetivos y asesinar a personas en esa zona de España. Entre sus objetivos estuvo la ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá. A pesar de su pasado criminal, Majarenas fue recibida como si de una heroína se tratara a su salida de la cárcel en San Sebastián, donde le organizaron un homenaje. Además, la televisión pública vasca la entrevistó para blanquear su imagen presentándola como una víctima de la violencia machista.

Y es que la ex pareja de la etarra apuñaló a la hija menor de ambos cuando esta apenas tenía tres años, mientras su madre se encontraba en prisión. Una circunstancia que provocó que le fuera concedido el segundo grado penitenciario y fuera trasladada a Madrid para estar más cerca de la menor.

«Este último año ha sido duro para Sara y su hija, víctimas las dos de violencia machista», arranca la noticia de Euskal Irrati Telebista (EITB) que ha rescatado este periódico, en la que no se hace ni una sola mención a su pasado terrorista. Por el contrario, se la presenta únicamente como «víctima de violencia machista» mientras se le da voz para contar el desagradable episodio de la agresión de su hija por parte de su ex pareja.

Además, el reportaje, pagado con el dinero de todos los vascos, también muestra imágenes del Ongi Etorriel nombre por el que se conoce a los habituales homenajes a etarras que se hacen en sus pueblos cuando salen de la cárcel, y como le aplauden y vitorean vecinos del barrio donostiarra de Inchaurrondo​​​​​​.

Sara Majarenas fue detenida en febrero de 2005 cuando tenía 25 años en Valencia junto con Mikel Orbegozo Etxarri, en ese momento su pareja sentimental. La policía incautó dos pistolas, 25 cartuchos de dinamita Titadyne, una bomba lapa y documentación falsa, además de una lista con nombres de empresarios, políticos, autoridades locales, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, militares y autoridades judiciales y tenían planes de atentar contra Rita Barberá esa misma semana. La etarra se intentó hacer pasar por guardia civil en el momento de la detención y llegó a mostrar una placa falsa, según recogen las crónicas de la época.

El fiscal de la Audiencia Nacional pedía para Majarenas 27 años de prisión por delitos de integración en organización terrorista, tenencia ilícita de armas y de explosivos, falsificación continuada de documentos oficiales, atentado contra agentes de la autoridad y lesiones a los funcionarios que les detuvieron.

Durante la última jornada del juicio oral, los dos etarras hicieron uso de la palabra únicamente para manifestar que se sentían «orgullosos» de haber «luchado por los derechos de Euskal Herria» como miembros de ETA y para denunciar que sufrieron «torturas durante cinco días». Además, se pararon toda la vista besándose, abrazándose y acariciándose mientras hablaban entre ellos, ignorando el proceso judicial que se estaba llevando a cabo y arropados por unos treinta familiares.

Finalmente, Sara Majarenas fue condenada sólo a 13 años de prisión al ser absuelta del delito de tenencia de explosivos con finalidad terrorista al haber anulado el registro de la habitación donde se hospedaban y donde los agentes hallaron los explosivos.

Este jueves, la Audiencia Nacional, tras una denuncia presentada por la asociación Dignidad y Justicia, ha confirmado que Sara Majarenas, que iba de número 10 en las listas de Bildu para el Ayuntamiento de Astigarraga, continúa inhabilitada para ejercer cargo público hasta el 6 de abril de 2028. Pocas horas después, la Junta Electoral de Zona de San Sebastián ha acordado que se excluya a la ex presa de la lista de Bildu.

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