La investigada Anna Simó renuncia a su cargo de adjunta a la Presidencia de ERC

El Consejo Nacional de ERC celebrado anoche, después de finalizar el pleno de investidura de Jordi Turull, fue corto pero intenso. El cónclave tenía que servir para avalar la estrategia de defensa de los investigados que hoy se citan con el juez Pablo Llarena en el Tribunal Supremo, armar la organización de cara a las posibles nuevas medidas cautelares y en cierto modo, también, a acto de despedida. Una de las que decidió abandonar definitivamente la vida política -antes ya renunció a ser diputada- fue la histórica dirigente de ERC y ex consejera Anna Simó, investigada por el Tribunal Supremo, y que hasta anoche era adjunta a la presidencia del partido, es decir, adjunta a Oriol Junqueras.

Simó, que está en libertad bajo fianza, cedió su puesto en la dirección del partido a Pere Aragonès, uno de los negociadores de Esquerra durante estos meses y la persona llamada a ser el nuevo hombre fuerte de los republicanos tanto en el Govern, como vicepresidente, como en el mismo partido. Aragonès, hombre de la máxima confianza de Oriol Junqueras junto con el actual secretario de Organización, Isaac Peraire, hombre de la máxima confianza de Marta Rovira y que asume algunas de las funciones de la secretaria general, pilotarán a partir de ahora el partido junto con el portavoz Sergi Sabrià.

Con estas renuncias y cambios en la dirección, los republicanos pretenden armarse políticamente y legalmente para hacer frente al posible encarcelamiento de sus dos principales líderes. Además, por eso, si hoy Marta Rovira quedara en libertad, este movimiento de Esquerra deja también más espacio a la numero dos de los republicanos para preparar su defensa de cara al juicio que empezará previsiblemente entre setiembre y octubre. Ayer, Rovira ya renunció a su escaño como diputada y en su partido no descartan que pueda llegar a hacerlo a la secretaria general.