A Iglesias se le queda pequeño su casoplón: «Sería bonito ver a Irene como presidenta de España»

A Pablo Iglesias, líder de Podemos y padre de tres hijos, el casoplón en Galapagar (Madrid) de 2.000 metros cuadrados se le ha debido de quedar pequeño. El dirigente morado, ya que él tiene vetada la entrada al Gobierno por parte de Pedro Sánchez, quiere habitar el Palacio de La Moncloa, aunque tendría que conformarse con el papel de consorte. «Sería bonito ver a Irene como presidenta de España», ha reconocido Iglesias en una entrevista en ‘Rac1’.

En las palabras del dirigente de Podemos hay un error de bulto al hablar de Montero como «presidenta de España», ya que ese cargo no existe en nuestro régimen de monarquía parlamentaria. De serlo, la pareja de Iglesias sería presidenta del Gobierno de España.

En la misma intervención, el dirigente morado ha señalado que a él, a pesar de las múltiples salidas de sus compañeros de partidos por desavenencias con su liderazgo, aún le queda mucha mecha. Por ello, ha asegurado que le gustaría abandonar la política una vez que haya conseguido gobernar. Con estos deseos, los de tener en sus manos el Gobierno de España, Iglesias ignora por completo las encuestas electorales que auguran a Podemos un descenso más que considerable de votos en los comicios del 10-N.

Según la encuesta que ha publicado este jueves OKDIARIO, el partido de Iglesias y Montero se convierte en la cuarta fuerza política con 32 escaños. Podemos se vería adelantado por  VOX, con un total de 35 escaños, lo que convierte a los de Santiago Abascal en la tercera opción política de los españoles.

«Torra no va a durar mucho»

Iglesias, además, ha vuelto a poner sobre la mesa varias ideas para poder gobernar con Sánchez. Ha dicho que si él fuera jefe del Gobierno sí se reuniría con el president de la Generalitat, Quim Torra: «Sospecho que Torra no va a durar mucho y que habrá un presidente o presidenta diferente», ha considerado.

Sobre el anuncio de Sánchez para poner fin a la ‘república digital’ catalana, Iglesias ha sido tajante: «No sé qué parte de lo que ha dicho la Junta Electoral de no utilizar el Gobierno para hacer electoralismo no ha entendido».

Ha advertido, además, de que, si el PSOE cierra una alianza con el PP, muchos votantes socialistas no volverán a votarles, y ha considerado que el plan de Sánchez para el 10-N está «fallando», porque Podemos no se está hundiendo.

Para terminar, ha acusado al PSOE de tener un discurso distinto en Madrid y en Barcelona sobre la plurinacionalidad, como cree que ocurrió con el programa socialista, que fue modificado tras exigirlo Iceta.