PROGRAMA DE VERANO

Iglesias edita una guía para hablar de la «muerte» con «naturalidad» a niños desfavorecidos

El Gobierno cuestiona que "ocultar el dolor y la muerte es algo que los adultos hacen para proteger a los niños"

Iglesias pide perdón a los niños pero olvida los abusos que Podemos ocultó en Baleares

Pablo Iglesias
Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados. (Foto: Europa Press)
Segundo Sanz

La Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030, dirigida por Pablo Iglesias, ha elaborado junto al Ministerio de Educación de Isabel Celaá y el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil una guía para el desarrollo de programas de ocio educativo este verano en la que se plantea hablar de la «muerte» con «naturalidad» a los niños desfavorecidos. A ellos van destinadas estas actividades, que se realizarán fundamentalmente en centros escolares, con sus comedores abiertos, dentro del Programa Veca.

La guía, titulada Los retos de la infancia en un verano excepcional, contiene una orientación sobre «cómo afrontar las situaciones de duelo». Según el Gobierno, la «crisis sanitaria por el Covid-19» ha puesto de manifiesto la necesidad de que las actuaciones orientadas al apoyo del desarrollo cognitivo y social de la infancia y la adolescencia «deben adaptarse a la nueva normalidad».

Sin incluir ninguna cifra concreta ni hacer alusión directa a las personas fallecidas durante la pandemia, ya sea en hospitales, en sus casas o en las residencias de mayores, cuya coordinación correspondió a Pablo Iglesias por delegación del mando único, el Ejecutivo cuestiona aquí que «ocultar el dolor y la muerte es algo que los adultos hacen para proteger a los niños y niñas de la pena que genera y del propio dolor». «De ese modo, restamos naturalidad a una realidad que nos acompaña desde el momento en que nacemos», reprueba el Gobierno.

En este sentido, la guía rechaza que se considere la muerte como «un tabú del que es preferible no hablar». También critica que «el instinto de protección nos lleva a alejar la muerte de los niños para protegerles del dolor y de nuestra propia angustia».

«Si no atendemos el concepto de muerte, los niños, niñas y adolescentes de hogares en situación de riesgo de pobreza o exclusión social elaborarán teorías que a menudo son más duras que la propia realidad, de ahí que resulte imprescindible ofrecerles respuestas sinceras y claras para que lo entiendan», indica el documento consultado por este periódico.

En este contexto, el Gobierno fija como recetas «decirle siempre la verdad acorde a su momento evolutivo y emocional» y «explicarle la muerte en términos físicos y reales». Sólo en caso de ser «necesario», recomienda la búsqueda de «ayuda profesional».

Este contenido figura en la citada guía de obligada lectura para los tutores de estos programas, que serán o bien docentes, o bien personal cualificado para desempeñar esta función.

El Gobierno considera la edición de esta guía como una «caja de herramientas para orientar la ejecución de programas estivales» y como «forma de apoyo a las administraciones públicas y a las entidades» que organizan tales actividades para los niños desfavorecidos.

Además del Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil y el Ministerio de Educación y Formación Profesional, también han participado en la elaboración del documento las direcciones generales de Derechos de la Infancia y la Adolescencia y de Diversidad Familiar y Servicios Sociales del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que dirige Pablo Iglesias. El departamento del vicepresidente segundo ha difundido esta guía en redes sociales en los últimos días.

Para el Gobierno, estos programas de ocio educativo veraniego «son fundamentales para combatir el ‘olvido veraniego’ que afecta especialmente a la infancia y adolescencia más vulnerable agravando la brecha educativa», sostiene.

A juicio del Ejecutivo socialcomunista, este año los programas estivales serán «especialmente críticos para asegurar el bienestar de la infancia y la adolescencia», ya que, según indica, se prevé un aumento de la demanda por la «nueva situación en el mercado laboral, y unas necesidades distintas, mayores y más graves, a las que responder».

Desconfinamiento

Durante el estado de alarma fue sonada la intervención que realizó Iglesias desde el Palacio de la Moncloa dirigiéndose a los niños para pedirles «disculpas» después de que el Gobierno no fuera «del todo claro», en palabras del propio vicepresidente, a la hora explicar cómo iba a ser su desconfinamiento. Ello, tras largas semanas donde los perros gozaron de mayor libertad.

Y es que el Gobierno tuvo que rectificar su decisión inicial para permitir que los menores de 14 años pudiese salir a dar paseos «cortos» y no sólo a acompañar a un adulto a actividades ya permitidas como ir al supermercado, farmacias o bancos.

Aquel 23 de abril, Iglesias utilizó un tono controvertido para pedir perdón sólo a los más pequeños, y no a sus padres y tutores. Según dijo, la rectificación del Gobierno se debía a que «las decisiones son muy difíciles». «A veces se pueden hacer las cosas mal», añadió.

Hace unas semanas, Pablo Iglesias recurrió otra vez al mismo tono para pedir «perdón» esta vez a las personas que han sido víctimas de violencia o abusos sexuales durante su infancia. Así se pronunció también en Moncloa al anunciar la Ley orgánica de protección a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, impulsada por su Ministerio. Sin embargo, Iglesias se olvidó de que tanto Podemos como el PSOE se opusieron a investigar el caso de 13 menores prostituidos bajo la tutela de su Gobierno de coalición en Baleares.

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