«Ultraderecha es Vox, pero Securitas Direct te dice que pongas una alarma para que no te ocupen la casa». La autoría de la frase es del ex vicepresidente del Gobierno y líder fundador de Podemos, Pablo Iglesias, y la pronunció en su programa de radio acusando a las empresas de seguridad privada de alentar el miedo a la ocupación. Mientras tanto, la finca de 2.300 metros cuadrados de Iglesias dispone de una red de cámaras y un perímetro exterior de agentes de la Guardia Civil para protegerle, todo ello con dinero sostenido con dinero público.
Si usted dispone en su vivienda de una alarma para avisarle de posibles entradas de personas, para robar o para cometer una okupación del inmueble, sepa que Pablo Iglesias le considera de ultraderecha. Así de claro lo dejó en una intervención en su programa La Base que había pasado más o menos desapercibida, pero que ahora las redes han recuperado.
Iglesias incluye a una empresa en concreto, Securitas Direct, dentro de su definición de prácticas típicas de la «ultraderecha». También incluye a los profesionales de este periódico, OKDIARIO: para Iglesias, el ejercicio de la libertad de prensa y de opinión de los trabajadores de esta casa, a quienes señala con nombres y apellidos, es un síntoma de «ultraderecha».
Cabe recordar que, pese a sus críticas a la seguridad de las viviendas, la de Iglesias cuenta con una red de cámaras domóticas capaces de identificar a las personas que se acerquen demasiado a los lindes de la finca. Además, un grupo de agentes de la Guardia Civil del puesto de Galapagar (Madrid) vigila 24/7 la vivienda, así como agentes de la Policía Nacional que se encuentran dentro de la finca para la escolta de la ministra de Igualdad, Irene Montero. Un operativo que se financia con cargo a los presupuestos públicos.