Génova controlará las listas de Madrid: no quiere afines a Cifuentes en las elecciones de 2019
La crisis por el caso de Cristina Cifuentes tiene aún varios capítulos por escribir. Como el de qué ocurrirá en mayo de 2019, fecha en que se celebran las elecciones autonómicas. Génova busca borrar cualquier resquicio de ‘cifuentismo’ de las listas de esos comicios, que sin duda son estratégicos a la vista del ascenso de Ciudadanos.
La elección del candidato depende del PP nacional. Pero quién lo acompaña en esa candidatura es decisión del PP madrileño. La dicotomía obliga a la dirección ‘popular’ a imponer un control absoluto en el devenir del partido, para asegurarse de que -como es el mantra de los últimos días- se abre efectivamente una nueva etapa, otro escenario.
De momento, Cifuentes no ha desvelado si dejará su escaño en la Asamblea madrileña. Un problema añadido para el PP. El acta es personal y le corresponde exclusivamente a ella. Pero esa situación genera una visible incomodidad en el partido. Los ‘populares’ creen que mientras la ex presidenta siga en su escaño será prácticamente imposible dar por cerrada esta crisis.
La dirección nacional teme además las consecuencias de que Cifuentes siga como diputada autonómica, y cree que eso puede hacer aún más daño al partido en la región e impedir que pueda recuperarse de las heridas.
La situación, anómala, genera distintas versiones. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, destacó este jueves que es «muy lógico y entendible» que Cifuentes conserve su acta de diputada porque «ganó su escaño» en las elecciones y ni está imputada ni procesada, por lo que también es algo «legítimo y normal».
Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, mucho más duro, señaló que Cifuentes «debería ir dejando su presencia en la política», aconsejándole que «se retire del foco mediático».
La situación se agravaría sin duda si la política madrileña insiste en repetir en las listas de 2019.
Cifuentes renunció este viernes a la presidencia del PP de Madrid en una carta, dirigida a la secretaria general, María Dolores de Cospedal.
«Se trata de una decisión muy dolorosa para mí, porque llevo militando en este partido mucho más de la mitad de mi vida, dando siempre lo mejor de mí y luchando por principios y valores que creo son buenos para Madrid y, sobre todo, para España», destacó en la misiva. «Pese a todo, y lamentablemente, me he visto obligada a tomar estas dificilísimas decisiones, para no perjudicar ni a los madrileños, poniendo en riesgo la Presidencia de la Comunidad, ni a nuestro querido partido, que necesita estabilidad para continuar un proyecto político de centro que tan positivos resultados está obteniendo en nuestra región», explicó, añadiendo que «esté donde esté en cada momento, siempre podréis contar conmigo».
La persistencia de la ex presidenta a dejar este cargo era un problema para Génova, que optaba ya, en ese caso, por imponer una gestora.
Eso permitiría a la dirección nacional disponer de un control absoluto sobre la organización territorial y preparar al partido para las elecciones del año que viene, muy complicadas.
18 de mayo
El calendario inmediato tiene una fecha marcada, el 18 de mayo, día tope para que la presidenta del Parlamento regional, Paloma Adrados, proponga un candidato a presidente de la Comunidad, previa ronda de consultas con los partidos. Adrados deberá fijar además la fecha de celebración de la sesión de investidura, que tendrá lugar entre el tercer y el séptimo día siguiente a la formalización de la propuesta, y de convocar el pleno a tal fin.
En este contexto, el actual presidente en funciones, Ángel Garrido, parece tener los días contados. Precisamente, por su «lealtad», como él mismo expresó, a Cifuentes.
Buscar un sustituto es la tarea inmediata. Un candidato libre de influencias, que sirva de enlace hasta la designación del aspirante definitivo para 2019. En la dirección se afirma que «hay banquillo» para renovar la organización y se señala también que la intención es buscar una salida dialogada con el partido.