Fray Junípero Serra, un santo mallorquín que protegió a los indios de la explotación en California
El revisionismo histórico que comenzó en EEUU tras la muerte de George Floyd llega a España. Si hace unos días un grupo de manifestantes derribaba la estatua de Fray Junípero Serra en San Francisco y en Los Ángeles, ahora Podemos quiere que también desaparezca la que tiene en Palma de Mallorca.
Los críticos quieren condenar el pasado atacando los monumentos a las figuras más importantes de la historia. Les acusan de «racistas», «genocidas» o «esclavistas» pero, ¿quién fue verdaderamente Fray Junípero Serra? ¿Merece el odio antiracista de los revisionistas?
Lo cierto es que, tal y cómo ha explicado The Hispanic Council, que tiene como misión difundir la herencia cultural hispana de Estados Unidos, «representó a lo largo de su vida todo lo contrario». Y es que, el franciscano trabajó por enseñar a los indios, así como a fundar nueve misiones que dieron lugar a muchas ciudades en California.
Junípero Serra nació en Petra, Mallorca, el 24 de noviembre de 1713 bajo el nombre de Miguel José. Se dedicó en cuerpo y alma a la carrera eclesiástica, se formó como teólogo y filósofo, y el 15 de septiembre de 1731 emitió sus votos religiosos y cambió su nombre a Junípero.
Fue un importante catedrático pero su vocación como misionero hizo que en 1749 viajara al Colegio de Misionaros de San Fernando en México, desde donde viajó a Sierra Gorda para evangelizar a la población nativa durante más de ocho años.
Desde ese momento, emprendió una tarea muy valiosa por predicar el Evangelio entre los nativos, pero también en enseñarles a leer o escribir o a dominar la práctica de la agricultura y la ganadería.
Años más tarde, en 1769, encabeza la Santa Expedición para el asentamiento de España en la Alta California junto a Gaspar de Portolá. Allí, tal y como explica The Hispanic Council, desarrolló una labor de evangelización incesante al servicio de las poblaciones nativas.
Fue en aquellos años cuando Fray Junípero Serra fundó las misiones de San Diego de Alcalá, la de San Carlos de Borromeo, la de San Antonio de Padua, la de San Luis Obispo de Tolosa o la de San Gabriel. Esta última se encuentra en lo que hoy es la ciudad de Los Ángeles.
El religioso se desvivía en ayudar a los demás. Fundó nueve misiones españolas en la Alta California y presidió otras 15 como parte de su labor como misionero. Falleció a los 71 años, el 28 de agosto de 1784, en la misión de San Carlos Borromeo, cerca de Monterrey.
En el año 1988, el Papa San Juan Pablo II le beatificó, para posteriormente, en 2015, ser canonizado por el Papa Francisco en la ciudad de Washington D.C. Se convirtió así en el primer santo hispano de Estados Unidos.
Un reconocimiento ahora truncado
Los revisionistas quieren tacharlo de «genocida», pero lo cierto es que fue todo lo contrario. De hecho tiene estatuas y reconocimientos por su gran labor en EEUU. Es el único español que cuenta con una estatua en el Salón Nacional de las Estatuas en el Capitolio.
En la década de los 80 le dedicaron una estampilla postal de 44 centavos de dólar. En España también ha sido reconocido. Se le dedicaron tres sellos, el último de ellos en 2013 por el 300 aniversario de su nacimiento.
Lo cierto es que en México, a pesar de su gran labor, no ha recibido a penas homenajes. Pero la realidad es que el franciscano Fray Junípero Serra fue uno de los impulsores de la colonización de la Alta California y del territorio de Nueva España (México).
El revisionismo de Podemos
Podemos importa a España la campaña contra las estatuas de personajes históricos nacionales. A las peticiones de quitar los monumentos al descubridor de América, Cristóbal Colón, llega ahora la demanda del partido de Pablo Iglesias de retirar la escultura a Fray Junípero en Palma de Mallorca.
Sonia Vivas, concejal de Feminismo y LGTBI en el Consistorio de la capital de las Islas Baleares considera que «Fray Junípero destrozó la cultura indígena y pasó por encima de sus derechos». Esta edil, miembro del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos (la ejecutiva morada), ha pedido abiertamente en Twitter «tirar pacíficamente» el monumento tras el derribo de varias esculturas a este santo en Estados Unidos
Tras las críticas de la edil en redes sociales a este santo, esta madrugada la figura ha amanecido con una pintada roja en su peana con el lema «Racista». «Yo no creo que aporte nada esa estatua ahí, creo que todo lo contrario, porque al lado tiene un niño indígena, semi desnudo. Es una estatua que nos recuerda el daño y el dolor que provocamos en América y, sobre todo, la ruptura desde el punto de vista antropológico al impactar en América», detalló.
Vivas quiere «una ciudad sin estatuas, sin nombres de calles y sin recuerdos de todos los genocidios que hemos protagonizado los españoles». En este sentido, ha pedido retirar «todas aquellas estructuras que ofenden, que hacen daño o que recuerdan historias trágicas de la humanidad y apoyaría totalmente un movimiento social que decidiera señalar ese cambio como necesario», como recoge el diario local Última Hora. La edil ha indicado que, en todo caso, la decisión sobre qué hacer con este franciscano se tendría que adoptar por consenso.
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