Las empresas preparan despidos por el nuevo Gobierno: PwC pide ya a sus clientes “analizar los planes de plantilla”

Pablo Iglesias
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ultiman ya los miembros del primer Gobierno de coalición de la democracia. El temor empresarial al nuevo Ejecutivo socialcomunista va más allá y se ha pasado ya a las recomendaciones de “analizar los planes de plantilla”, de “externalizar los servicios no esenciales” y de “provisionar” para poder soportar el castigo fiscal que preparan el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su vicepresidente, Pablo Iglesias. Traducido: someter a un riguroso análisis el nuevo contexto político, estudiar el hachazo fiscal que prepara el Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez y adoptar las medidas necesarias antes de que se fragüen reformas como la laboral que encarecerán claramente los costes de despido y de adaptación a la crisis venidera.

Algunos de estos mensajes, de forma más o menos disimulada, aparecen ya en informes como el recién emitido por PricewaterhouseCoopers (PwC), un estudio donde no se oculta que el escenario ha cambiado con la llegada del nuevo Gobierno y sus anuncios de reformas drásticas como la derogación de la reforma laboral.

El informe de PwC incluye un capítulo de “recomendaciones para las empresas”. Y allí se detalla que “ante el nuevo escenario y teniendo en cuenta que el nuevo Gobierno tiene previsto acometer reformas significativas, consideramos que las empresas deberían analizar su situación y, en caso necesario, adaptarse al nuevo contexto”.

Entre esas recomendaciones figuran advertencias serias para las empresas. Entre ellas, por ejemplo, “hacer una revisión detallada de la base de activos que refleje el nuevo escenario fiscal y económico”. Y ello para “provisionar de manera prudente para defender a stakeholders y accionistas”. Traducido: que el golpe fiscal que prepara el Gobierno y el debilitamiento económico pueden provocar serios problemas de atractivo para las empresas de cara a los accionistas. O, dicho de otra manera, que los márgenes para pagar dividendos a cierre de año se pueden esfumar.

“Ante las medidas sobre dividendos y localización de las empresas, fortalecer el balance y las divisiones menos rentables, así como desarrollar una estrategia de externalización de servicios no esenciales”, añade. Y señala igualmente que, llegado este momento, se hace necesario “analizar los planes de plantilla ante un cambio de Estatuto de los Trabajadores y aumento de la base mínima de cotización”. Dicho de otra manera: que se preparen para reducir las plantillas en caso de que se confirme el aumento de costes e impuestos.

Impuesto de Sociedades

El informe aconseja también “analizar las implicaciones legales de la propuesta de uso del beneficio ordinario y no la base imponible en el Impuesto de Sociedades, así como la implicación legal y comercial de un cálculo de coste de CO2 de las importaciones”. Y “analizar los escenarios para la empresa con la propuesta de tributación mínima y efectuar un seguimiento pormenorizado de los detalles prácticos de su posible implementación, así como el efecto en las estructuras societarias a la limitación sobre los dividendos”. Hay que recordar que el Gobierno pretende cobrar un mínimo de un 15% a las empresas por medio del Impuesto sobre Sociedades. Y eso, según los propios cálculos del Ejecutivo, va a suponer un nuevo castigo tributario de 1.776 millones de euros.

Pero el acuerdo para el Gobierno socialcomunista incluye más subidas de impuestos. E incluye otras medidas altamente traumáticas como la derogación de la reforma laboral del PP.

Entre los incrementos impositivos se incluye una subida de dos puntos del IRPF para las rentas de más de 130.000 euros, y cuatro puntos para las de más de 300.000 euros. Además, se recoge ese citado tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades para la mayoría de sectores, que se sitúa en el 18% para los bancos y las empresas del área energía.

Ambos partidos han pactado también un impuesto para los servicios digitales o las transacciones financieras “consistente en gravar las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por operadores del sector financiero”.

“Apostamos por la nueva fiscalidad verde como mecanismo para desincentivar comportamientos nocivos para el medioambiente», se dice además, en una anticipo de toda una subida generalizada de impuestos por este concepto. Y todo ello sin contar con las subidas de impuestos como Sucesiones, Donaciones o Patrimonio.

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