El programa que ofrece Sánchez tiene muchos más puntos en común con C’s que con Podemos
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dejó este lunes más claro con quién quiere formar Gobierno al poner sobre la mesa el documento de 53 páginas que traza su plan para llegar a La Moncloa. Un documento lleno de guiños hacia Ciudadanos donde la propuesta más básica y por la que ambos comienzan sus programas es “un nuevo modelo de crecimiento”. La formación naranja presentó el viernes a los socialistas cuatro páginas con las propuestas principales a negociar. En esta segunda ronda, los de Sánchez respondieron con su documento y desde ambas formaciones destacaron «puntos coincidentes». Ni PP ni Podemos han presentado programa por causas bien distintas, los primeros no han sido invitados todavía y los segundos se niegan a negociar hasta que el líder socialista no les elija a ellos. Algo lejano viendo este documento negociador.
Tanto PSOE como Ciudadanos estrechan lazos en los principales objetivos para España como son la recuperación económica, la regeneración democrática, un nuevo pacto social y un marco constitucional actualizado. Términos ambiguos y generales en la medida que están hechos los programas.
Medidas económicas
En materia de empleo ambos partidos proponen una reordenación del mercado laboral. Albert Rivera apuesta por un contrato único con carácter indefinido desde el primer día y cuya indemnización por despido aumente de forma progresiva. Fuentes del grupo socialista en el Congreso aseguran que Ciudadanos ya habría dado su brazo a torcer y renunciar a esta idea para el hipotético acuerdo. Los socialistas pretenden establecer tres modalidades de contratos de trabajo: uno indefinido para la cobertura de puestos estables; otro temporal y el tercero de relevo y formación. Los de Podemos se alejarían y mucho de estas opciones proponiendo junto a Izquierda Unida volver al marco laboral previo al estallido de la crisis financiera tanto en materia de despido como de negociación colectiva.
Ciudadanos y PSOE llevan en sus programas frases calcadas como «impulsar una nueva estrategia de lucha contra el fraude fiscal»; «garantizar la estabilidad presupuestaria»; «elaboración de un plan de choque contra el paro de larga duración». Aunque también llevan mínimas diferencias como reformar la Ley de Segunda Oportunidad en el caso de Ciudadanos y los socialistas piden partir desde cero y crear una nueva Ley. En cuanto a política fiscal ambos vuelven a coincidir señalando que hay que llevar a cabo una reforma del Impuesto de Sociedades y una reforma integral de la tributación de la riqueza.
La formación naranja también ha hecho un guiño a los socialistas al incluir a última hora la flexibilización del objetivo del déficit y que se cumpla en 2017, una medida que los de Sánchez ya incluían. Algo por lo que los populares no pasarían asegurando que «España debe de cumplir con el objetivo de déficit propuesto y cumplirá», según los presupuestos de 2016 realizado por el Gobierno en funciones.
El líder de Ciudadanos, en cambio, explicó su planteamiento asegurando que «más que una casualidad me parece una evidencia». Rivera explica que esta medida que pretende bajar el objetivo de cumplimiento del déficit por debajo del 3% no este año, como exige Bruselas, sino en 2017 permitiría esquivar nuevos recortes y a cambio «España presentaría un plan serio a Europa, con reformas estructurales en la administración, como la supresión de las duplicidades, mejorar la calidad del empleo y un plan de educación», indicó. Un discurso parecido al que hizo Sánchez en la pasada campaña.
Pacto por la Educación, la Ciencia y la Cultura
PSOE y Ciudadanos se comprometen a impulsar un «MIR educativo» que incluya un nuevo modelo de selección, formación y desarrollo profesional de los profesores siguiendo el modelo MIR para que aumente la autonomía y la rendición de cuentas de los centros. Además, ambos incluyen «universalizar progresivamente la educación infantil de 0 a 3 años».
También calcan el propósito de «recuperar los niveles de inversión pública en I+D+I», así como impulsar un plan para eliminar trabas a la creación y al crecimiento.
Lucha contra la desigualdad
Para Sánchez y Rivera es imprescindible «recuperar la universalidad del sistema público de salud»; «acordar un Pacto contra la violencia de género» e «impulsar un Pacto de Toledo para garantizar la financiación pública del sistema de pensiones», como así plasman entre sus medidas. Es en este apartado donde Pablo Iglesias quiso poner más énfasis durante la reunión que mantuvo con Sánchez. Los de Podemos presentaron el primer día de constitución de las Cortes las 25 medidas de emergencia social que contemplan el blindaje al derecho a la vivienda, algo por lo que C’S y PSOE están de acuerdo, hasta la Ley de Segunda Oportunidad también coincidente. Un paquete de medidas que se pueden ver en los documentos de negociación de los socialistas pero también de los ‘naranjas’. Incluso algunas leyes ya aprobadas y en vigor del Partido Popular como es la «urgente reestructuración de la deuda familiar» que varios economistas señalaron que ya estaba vigente por el actual Gobierno desde julio.
Regeneración democrática
Las dos formaciones han querido trasladar a sus ‘programas negociadores’ el mismo discurso por el que lucharon en las generales: una «reforma de la Ley de Partidos para incrementar la democracia interna, la transparencia y la rendición de cuentas». En este apartado, los socialistas van más allá e imponen la obligatoriedad de las primarias, la limitación de mandatos y la paridad en todos los partidos. Asimismo, incluye atribuir a las formaciones que se hayan financiado ilegalmente la responsabilidad patrimonial de dichos actos. Tanto Sánchez como Rivera apuestan por reformar el sistema electoral con el consiguiente desbloqueo de listas, limitación de mandatos, cercanía entre electores y elegidos, en definitiva: que se garantice la igualdad de todos los españoles. Otro punto sería el de las puertas giratorias donde Ciudadanos apuesta por eliminarlas como Podemos y, sin embargo, PSOE pide solo aumentar los periodos de incompatibilidad.
Pero sin duda la joya de la Corona es la reforma constitucional por la que todos partidos apuestan, cada uno con sus peculiaridades. «En el artículo 1 de la Constitución, con el PSOE no veo incompatibilidad, veo coincidencia», dijo Rivera tras la audiencia con el Rey Felipe VI. Sin embargo, el apartado de la cuestión territorial ya es otra cosa. «Culminar la organización territorial del Estado para asegurar la igualdad real entre todos los españoles independientemente del territorio», es una frase del programa de Ciudadanos que bien podrían llevarla los socialistas o los populares. Sin embargo, es en este punto donde los pactos podrían no encajar. Aunque los socialistas dieron marcha atrás y rectificaron con la reforma federal que ellos apuestan para España.
El PSOE introdujo este lunes una corrección de última hora en su programa. En un primer documento que el partido de Sánchez mandó por correo proponen crear una subcomisión que prepare un acuerdo sobre el “perímetro” de la reforma y plantea ocho grandes objetivos. El último es de la revisión del Título VIII, relativo a la organización territorial del Estado. En este punto, el primer documento elaborado por los socialistas añadía el desarrollo del concepto de Estado federal, “si quiera mínimamente”, una previsión que ha sido eliminada en su versión final, que mantiene el objetivo de revisar ese título y “desarrollar concepto de Estado federal”.
El portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, José Manuel Villegas reconoció que para Ciudadanos “no hay obstáculos insalvables” ni tampoco líneas rojas como tales, asegurando que prácticamente todo es negociable a nivel programático. “Lo que tenemos son principios irrenunciables como la igualdad y la unión de todos los españoles”, que también lleva el PSOE en sus cláusulas. Villegas recordó que ambas formaciones recogen en sus respectivas hojas de ruta una reforma constitucional y piensa que hay espacio «suficiente» para poder llegar a un consenso, que desearía que fuera en un espacio de tiempo «no demasiado largo”.