Detenido un concejal de Cangas vinculado a las mareas por incitar al odio en redes sociales

Tres jóvenes fueron detenidos por la Guardia Civil en la localidad gallega de Cangas acusados de incitar al odio y a la violencia a través de redes sociales, principalmente Facebook y Twitter. Los detenidos responden a los nombres de Beatriz L. P., Anxo C. R., ambos de 26 años, y Andrés García Bastón, de 23 años. Este último joven pertenece a Alternativa Canguesa de Esquerdas (ACE), un movimiento político vinculado a las mareas. Además es edil de Mocidade en el gobierno local que comparte con Asemblea pola Unidade y el BNG.

El edil ha negado los cargos de los que le acusan y solo admite haber subido a Internet «títulos de canciones irreverentes en 2013 y 2014».  El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, señaló que el detenido mantiene su inocencia y que su intención no era incitar a la violencia, pero éste ha declinado hacer declaraciones a la prensa.

Según informó el cuerpo armado, a raíz de la investigación puesta en marcha se pudo constatar que estas personas «habían difundido a través de las redes sociales» publicaciones de «contenido violento» en las que se incitaba «de forma clara y directa al odio» contra personas relacionadas, fundamentalmente, con el ámbito político de las distintas Administraciones públicas, víctimas del terrorismo y contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Entre los mensajes presuntamente atribuidos a estas tres personas, que han sido puestas en libertad tras prestar declaración, hay alusiones a Miguel Ángel Blanco, Ortega Lara o a la viguesa Gloria Lago, presidenta de Galicia Bilingüe, además de otros escritos que apelan a la violencia directa sobre las fuerzas de seguridad del Estado y determinados políticos. Sobre el político asesinado, señalaron en redes sociales que: «El gran error de ETA con Miguel Ángel Blanco fue secuestrarlo. Si le pegaran un tiro en la calle no os acordaríais de él. Hicieron un mártir».

Otro de los mensajes va dirigido a la ex presidenta madrileña: «Tenemos una bala de plata para Esperanza Aguirre».

A la profesora Gloria Lago, activista que defiende el bilingüismo al 50 % en la enseñanza, la pusieron en una foto delante de una diana y encima de ella la onomatopeya con la que se expresa el sonido de los disparos. La Guardia Civil atribuye estos dos últimos mensajes el edil de Xuventude.

Detenidos y puestos en libertad después de prestar declaración

La «gravedad de los contenidos» vertidos en las redes sociales dio lugar a que la Guardia Civil iniciase esta investigación, que concluyó con la detención de sus usuarios. La investigación ha sido coordinada por el fiscal delegado para delitos de odio en Pontevedra y por el Grupo de Información de la Comandancia de Pontevedra, con el apoyo técnico del Servicio de Información central de la Guardia Civil en Madrid. Las diligencias las instruye el Juzgado número 3 de Cangas.

Los tres detenidos fueron puestos en libertad en la misma comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra el miércoles por la mañana. Los agentes les impusieron la obligación de comparecer, cuando para ello sean requeridos, ante el Juzgado de Instrucción número tres del municipio, a cargo de las diligencias sobre el caso.

Pazos, que señaló que García es el edil más joven de la corporación, con 23 años, ha trasladado su respeto a la presunción de inocencia y ha manifestado que esperarán a que el juez emita un dictamen sobre este asunto, tras lo que, si es preciso, exigirán responsabilidades políticas.

El concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, que participó en una concentración de solidaridad con el detenido que tuvo lugar anoche delante del Concello de Cangas, señaló que las detenciones se enmarcan «dentro de la campaña que está efectuando Fernández Díaz», refiriéndose al ministro de Interior. A la movilización asistieron miembros del partido ACE y, entre otros, el diputado autonómico de AGE, Juan Fajardo. Abalo descartó que vaya a haber dimisiones en el gobierno local.

Según el artículo 510 de la sección primera del Código Penal, los delitos de odio son castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años y con una multa de seis a doce meses.