La CUP exige a Junts pel Sí que rompa con España antes de la investidura
La CUP ha exigido hoy a Junts pel Sí que antes de entrar a debatir si Artur Mas debe ser investido presidente de la Generalitat se den pasos «irreversibles» de ruptura con España para avanzar hacia la independencia y fundar una «república catalana».
En una conferencia pronunciada por seis de los diez nuevos diputados de la CUP en el Parlament en el auditorio de la Universidad Pompeu Fabra, Josep Manuel Busqueta -uno de los conferenciantes- ha dejado claro que su formación no desea entrar en el nuevo Ejecutivo puesto que rechaza «cargos» y «privilegios».
Después de recalcar que en el proceso hacia la independencia «no sobra nadie», Busqueta ha presentado a Junts pel Sí como la «única formación que debe formar gobierno» y la ha invitado a buscar «las mejores personas» que puedan seguir impulsando el camino hacia la creación de una república catalana, pero en ningún momento de la conferencia se ha pronunciado el nombre de Artur Mas.
Busqueta ha advertido a Junts pel Sí de que la nueva república no se puede construir desde la legalidad española, motivo por el cual la ha instado a asumir que tendrá que haber «desobediencia» ante decisiones del Tribunal Constitucional (TC) que afecten a Cataluña.
Con el lema de «Disculpen las molestias, estamos construyendo la república», Busqueta ha lanzado un aviso: «No queremos reeditar un pacto con el Estado ni con las elites, estamos aquí para cambiarlo todo, y para empezar a construir la república catalana necesitamos poner el acento en lo que dice el pueblo indignado harto de las imposiciones de la ‘troika’ comunitaria».
«La CUP -ha avanzado- entiende que esto no va ni de investir nuevos gobiernos autonómicos ni de negociar con el Estado español encajes imposibles, sino de democracia y de indepdendencia».
«No aspiramos a reproducirnos como estructura política, somos los de ‘para todos, todo’ y ‘para nosotros, nada’», ha indicado antes de apuntar que «en Madrid, como aquí, hay quien trabaja intensamente por asociar el proceso a una sola persona, y llega hasta el ridículo», pero «nosotros sabemos que el proceso es colectivo».
El cabeza de lista de la CUP, Antonio Baños, ha advertido de que con el proceso «no se trata de crear una mini-España» ni tampoco va de un simple «cambio de bandera, ni de una transacción de elites».
También ha señalado que la futura Constitución catalana «no puede ser solo un papel o un documento, el proceso constituyente tiene que ser el motor de un nuevo país pensado para el siglo XXI», y ha propuesto convertir el Parlament en una «asamblea constituyente».
La número dos de la lista de la CUP, Anna Gabriel, ha explicado que su formación quiere acordar el «qué» y el «cómo» se construye la república catalana y dar pasos «irreversibles» antes de debatir sobre «quién» preside la Generalitat. Gabriel ha lamentado que «la presión hacia la CUP», cuyos 10 diputados son decisivos para la investidura del presidente de la Generalitat, está siendo «injustamente dura».
Otro conferenciante, Albert Botran, ha remarcado que será necesaria la «unilateralidad» porque «el arma del Estado es no moverse» y esperar a que «el paso del tiempo» divida a Cataluña.
Benet Salellas, por su parte, ha afirmado que «una legalidad heredada del franquismo» no dará «nunca» la posibilidad a Cataluña «de tener independencia ni de ejercerla» y ha calificado de «ingenuos» a los que pretenden construir una república catalana desde dentro de España, porque lo que se necesita, ha opinado, es una «ruptura democrática»: «Pedimos un punto de no retorno», ha añadido. Ha reclamado una declaración institucional de desobediencia al Constitucional: «No pensamos obedecer ni una sola decisión más del TC».
Otra ponente, Eulàlia Reguant, ha dicho que «es la hora de los hechos concretos» y ha abogado por una «batería de medidas de urgencia para las clases populares», porque no puede haber ni un invierno más con hogares sin suministro por impago «mientras las energéticas tienen beneficio pornográficos».
A la conferencia de la CUP han asistido como invitados de Junts pel Sí: Raül Romeva -que ha sido recibido con gritos de «presidente»-, Jordi Turull (CDC), Oriol Amorós (ERC) y el cantautor Lluís Llach-, que no han hecho declaraciones, pero también el dirigente de EUiA David Companyon, que ha dicho estaba en representación de su partido y no de la confluencia de izquierdas Catalunya Sí que es Pot.