La cocaína de Marruecos: una nueva amenaza para España según el Departamento de Seguridad Nacional
El informe anual del Departamento de Seguridad Nacional sobre los riesgos que afectan a España cita en varias ocasiones a Marruecos. Y una de ellas es para destacar la «notable» aparición de cocaína procedente de Marruecos. Tras esa alerta se esconde un fenómeno creciente: los narcos de Sudamérica han convertido a Marruecos en plataforma de entrada a Europa para su droga a través de las lanchas que cruzan el Estrecho.
«Es notable la aparición de cocaína de Marruecos o rescatada en alta mar que se pretende introducir en España a través de las tradicionales rutas del hachís con embarcaciones semirrígidas». Esta somera advertencia figura en el informe de riesgos anual que la inteligencia española entregó el pasado mayo al Gobierno de Pedro Sánchez.
El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) recomienda al Gobierno intensificar la vigilancia en el Estrecho para cortar este nuevo tipo de rutas. «En este sentido, es importante reforzar los mecanismos preventivos de costas y fronteras para que sean capaces de detectar nuevos fenómenos y tipologías y fortalecer los mecanismos de vigilancia e impermeabilización de las vías de entrada de la droga».
España, «punto clave»
Según explica el DSN, «España, por su posición geoestratégica, es un punto clave en el tráfico de drogas. Cualquier acción contra el narcotráfico da lugar a nuevas rutas o tipologías de ocultación, especialmente en el tráfico de cocaína y hachís».
El documento, de 390 páginas, no entra en más detalles. Pero la situación que describe la conoce bien el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (CRAIN). Una unidad policial de la Guardia Civil, con sede en Sevilla y formada por agentes del Servicio de Información y la UCO, que funciona como el ‘cerebro’ de la Guardia Civil contra el tráfico de drogas en el Estrecho.
En 2020, el CRAIN estuvo detrás de la desarticulación de una red que introducía cocaína en España a través de las narcolanchas utilizadas hasta ese momento para el hachís. En total fueron detenidas medio centenar de personas y se incautó más de una tonelada de cocaína.
Esa operación vino a confirmar un cambio de paradigma: el narco del Estrecho ha visto una ventana de oportunidad en la cocaína, un producto cuyo traslado de las costas de África a las españolas tiene los mismos riesgos asociados que el hachís, pero con la oportunidad de obtener beneficios económicos mucho mayores.
A 20 kilómetros de Cádiz
La cocaína que llega a España procedente de Marruecos, y que el DSN califica de riesgo para la seguridad, suele entrar por alguno de los grandes puertos marroquíes como Casablanca o Tetuán. Desde ese punto, una vez ‘rescatada’, es almacenada en las conocidas como ‘guarderías’ de droga. Grandes almacenes apartados de cualquier mirada donde los narcóticos esperan el momento idóneo para el tránsito.
Cuando las mafias del narcotráfico deciden su salto a Europa, la droga es conducida en camiones hasta la costa norte, embarcada en lanchas semirrígidas equipadas con potentes motores fueraborda y trasladada a las costas de Cádiz a gran velocidad. Un trayecto de una veintena de kilómetros.
Esta nueva ruta de la cocaína, que fuentes de la Guardia Civil confirman como una de las favoritas de los cárteles sudamericanos, ha cobrado mayor importancia en los últimos años por los golpes policiales que ha asestado Holanda al narcotráfico en sus puertos.