Golpe a la prensa separatista: Hacienda paraliza 30 millones en pagos vinculados al apoyo del 1-O

Puigdemont-ERC-CUP
Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. (Foto: EFE).
Carlos Cuesta

La prensa separatista deberá buscar otra vía para cuadrar sus maltrechas cuentas editoriales. Hacienda está bloqueando todos los pagos relacionados con el referéndum independentista. Y todos, significa todos: también los gastos en publicidad de la campaña que esperaban ingresar los medios catalanes. Un volumen que, en conjunto, puede superar los 30 millones.

Hacienda frenará todos los desembolsos de dinero que vayan destinados a organizar, preparar o realizar el referéndum independentista. Y, por supuesto, la promoción en prensa de la votación ilegal queda dentro de ese bloqueo», señala una fuente oficial.

De este modo, cada pago que se tenga que abonar a la prensa por estas campañas deberá ser delatado por las entidades financieras y supervisado por el equipo interventor de Hacienda. Si el periódico, tele o radio deciden publicarlo, deberán saber que no podrán cobrarlo. Y, en caso de que el banco no delatase el movimiento, la propia entidad financiera pasará a tener la responsabilidad como colaborador del referéndum ilegal.

No se trata de cifras pequeñas. Especialmente porque la Generalitat había ligado el desembolso de la totalidad de las subvenciones a la prensa al respaldo a los anuncios separatistas y a la aceptación de las campañas en favor del referéndum independentista.

En concreto, la Generalitat había aprobado ya una partida inicial de 7,5 millones de euros en ayudas directas a los medios que publican en catalán y aranés.

Pero, más allá de estas ayudas finalistas al uso de la lengua, la partida más grande dentro de estos conceptos de imagen es la que se destina a publicidad institucional, cuyo presupuesto se ha triplicado desde 2014, cuando se celebró la consulta popular del 9-N. En 2015 -fecha en la que hubo elecciones autonómicas-, y en 2016, el presupuesto destinado a este fin rondó los 30 millones de euros. Y un importe similar es el que contaba con repartirse la prensa ante la importancia política que tiene la cita del 1-O para la supervivencia de la actual Generalitat y de sus responsables políticos máximos.

El reparto de estas partidas también es previsible. La estructura de difusión y el peso de los medios no ha variado significativamente con respecto a años anteriores, por lo que la distribución de los anuncios y pagos debería haber sido similar. Más del 65% del gasto del Gobierno en publicidad, difusión y campañas está en manos del departamento de Presidencia, directamente dependiente de Carles Puigdemont. Y, de los 20,5 millones que gestionó el año pasado, 12,9 millones acabaron en prensa escrita. Los grandes beneficiados fueron El Periódico (3,9 millones), La Vanguardia (2,2 millones), El Punt Avui (2,35 millones) y Ara (1,28 millones).

El gasto en publicidad institucional incluye el de todos los Departamentos de la Generalitat. Es decir, que el sistema de control deberá afectar, no sólo a la publicidad oficialmente dirigida a promocionar la votación ilegal del 1-O, sino también a toda la que de forma indirecta y a través de entidades públicas dependientes del Govern pretenda promover el referéndum. ya proceda de las entidades económicas, sociales, Hacienda catalana o cualquier otro ente o sociedad pública.

Es más, desde Hacienda tienen claro que el control no finalizará el 1-O: «Sabemos que es posible que se intenten pactar pagos a futuro. Y también vamos a estar pendientes», añaden desde el departamento.

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