Castellón pasará a ser solo Castelló con el voto del PSOE y Compromís
El Ayuntamiento de Castellón, gobernado por el PSOE, cambiará el nombre de la ciudad por el de Castelló puesto que la denominación actual «es ajena a nuestra historia y cultura, y es causante de una situación cuanto menos, extraña». Esta medida es una iniciativa del concejal de Normalización Lingüística en el Consistorio, Ignasi García, de Compromís.
El concejal se basa en un manifiesto firmado por el lingüista e hijo predilecto de Castellón, Germà Colón, el cronista de la ciudad, Antonio Gascó, y los profesores Vicent Garcia Edo y Vicent Pitarch y Almela. Este cambio se propondrá en el pleno del Ayuntamiento de este mes de febrero, en el que previsiblemente se aprobarán el inicio de los trámites para «la normalización del nombre de la ciudad» y de su distrito marítimo.
«Qué bien haría la recuperación del nombre únicamente en valenciano, tanto por razones históricas y filológicas como de dignidad y estética, y más teniendo en cuenta que esta decisión no causaría daños de interpretación a terceros», añade este manifiesto.
La alcaldesa de Castellón es la socialista Amparo Marco Gual. Llegó a la alcaldía gracias al apoyo de Compromís, partido con el que gobierna en coalición, y Castelló En Moviment, la marca blanca de Podemos en el municipio. El PSOE quedó como segunda fuerza política en las elecciones municipales de 2015, por detrás del PP. No obstante, la suma de los partidos de izquierdas (14 concejales) era mayor que la de los ‘populares’ con Ciudadanos (13 concejales). Castellón de la Plana cuenta con 170.990 habitantes, según el último dato del Instituto Nacional de Estadística.
«Castelló es la denominación histórica»
Ignasi García se basa también en un un informe técnico lingüístico y otro jurídico que avalan esta propuesta. «Castelló es la denominación tradicional, histórica y legal y, por lo tanto, la más adecuada al marco institucional», recalca el manifiesto.
Los firmantes justifican el cambio de nombre en la «diferencia etimológica y semántica entre Castelló y Castellón», debido a que la primera «es resultado de la evolución directa de la construcción medieval ‘castellu’ con el sufijo diminutivo ‘-one’». La segunda diferencia es que el aumentativo ‘Castellón’ «designa un castillo grande, dimensión que nunca tuvo el Castell Vell, hogar solariego de nuestro pueblo».
El concejal de Normalización aboga por «acabar con la doble denominación que solo genera incomodidades y no beneficia a nadie». «Estamos convencidos de que el cambio es bueno para nuestra lengua y para nuestra ciudad, porque con él rememoramos de dónde venimos y quiénes somos y demostramos que, en lugar de diluir nuestro nombre original, nos sentimos orgullosos de nuestros orígenes», recalca Ignasi García.