Casado llama a sus barones y portavoces y la mayoría le pide la destitución inmediata de García Egea
La presión arrecia en el PP para cerrar la crisis que desangra al partido. En estos días frenéticos, Pablo Casado ha sondeado los próximos pasos con su núcleo más potente. El presidente del PP ha telefoneado en las últimas horas a los barones territoriales -con quienes ya conversó el pasado jueves-, además de hablar también con sus portavoces en el Congreso (Cuca Gamarra), Senado (Javier Maroto) y en el Parlamento Europeo (Dolors Montserrat) para conocer de primera mano su opinión sobre una guerra interna que está provocando un enorme daño a la formación. Según ha podido saber OKDIARIO, esos contactos se han producido entre este sábado y domingo, es decir, después de la reunión entre Casado e Isabel Díaz Ayuso en la sede nacional de Génova, el viernes, que acabó sin acuerdo. Y el sentir mayoritario entre los dirigentes, como así se lo han hecho saber al líder popular, es que la solución a la crisis pasa, irremediablemente, por la destitución de Teodoro García Egea como secretario general.
Crisis abierta
Todo el partido se ha visto sacudido por una crisis de dimensiones históricas y con un final, hoy por hoy, incierto. De un lado, Génova señala a Ayuso por el presunto cobro de una comisión -que cifran en 286.00o euros- por parte de su hermano en un contrato de mascarillas. De otro, Ayuso acusa a Génova de urdir una trama de espionaje para hundirla políticamente.
El primer intento para solucionar esa crisis ha dejado las espadas en alto. El sábado, en un cruce de filtraciones y desacuerdos, el entorno de Ayuso calificó la reunión con Casado de «infructuosa». Incluso se aseguró que el líder del PP habría instado a la presidenta madrileña a negar el espionaje a cambio de levantarle el expediente. Una versión que la dirección niega. Desde Génova han asegurado que lo cerrarán al dar por buena la información aportada en estos días sobre la contratación pública en la pandemia. No hay más movimientos.
En este escenario, los próximos días serán cruciales. La presión de los barones territoriales para que se dé una salida inmediata a la crisis crece conforme pasan las horas. Piden responsabilidades y apuntan directamente a García Egea. «El manejo de este conflicto ha sido absolutamente desacertado», aseveró el viernes Alberto Núñez Feijóo, uno de los más críticos con la gestión del conflicto. El mensaje ha calado en la organización y el clamor se ha ido extendiendo por los territorios.
Los distintos dirigentes autonómicos y provinciales -los que gobiernan y los que no- insisten en que la crisis debe solucionarse cuanto antes. El tiempo corre en contra, alertan. Y la opinión generalizada es que eso implica irremediablemente la salida de García Egea. «Cuando uno mete la pata y la mete profundamente, lo tiene que solucionar», aseveró también el presidente gallego, insistiendo en que: «Si hay un conflicto con un presidente autonómico o con un presidente del Gobierno y la dirección, el presidente del partido tiene que actuar. Y no se puede actuar para acrecentar el problema. Se debe actuar para solucionar el problema».
Otros dirigentes no han sido tan explícitos como el gallego, aunque igualmente han dejado notar su preocupación por la crisis. El andaluz Juanma Moreno ha reclamado estos días «unidad, unidad y unidad» para salir de la guerra. Y el presidente electo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha trasladado, en primera persona, «la indignación y la preocupación de los votantes, de los afiliados y de los alcaldes por la situación que estamos viviendo».
La petición de un congreso extraordinario para dirimir el liderazgo también está sobre la mesa, si bien genera más divisiones. La opción la deslizó también Feijóo, avisando de que si la crisis no se soluciona podría derivar en un cónclave urgente. La diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo verbalizó abiertamente esa petición al reclamar, este domingo, la dimisión de Casado y un congreso para «elegir una nueva dirección». El cónclave podría celebrarse en apenas un mes, aunque forzar su convocatoria no es fácil ya que, de no ser por iniciativa del presidente, se exige una mayoría de dos tercios de la Junta Directiva Nacional. Distintas voces reconocen que la renovación del partido puede ser la única solución a la guerra aunque en otros sectores no lo ven claro y creen que sólo serviría para agrandar la herida. Algo contraproducente. El impacto de la crisis ya se deja sentir en el voto y arrastra al partido a una situación dramática, como confirma la encuesta publicada por OKDIARIO, y que revela que el PP perdería ahora unas generales -con 34 escaños menos que hace un mes- y se vería además sorpassado por Vox como principal partido de la oposición.
Así las cosas, Casado ha convocado a su cúpula para una reunión este lunes en la sede nacional. Al encuentro asistirán también García Egea, los vicesecretarios y portavoces parlamentarios, el portavoz nacional José Luis Martínez-Almeida y Andrea Levy, presidenta del Comité de Derechos y Garantías. Una reunión que servirá para definir los siguientes pasos mientras el tiempo corre en contra. Precisamente, la sede nacional de Génova vivió este domingo una imagen insólita con la multitudinaria concentración en apoyo a Díaz Ayuso, que congregó a 10.000 simpatizantes de la madrileña para pedir la dimisión de Casado y Egea.