Crisis en el PP

García Egea a Casado: «Si yo soy el obstáculo, me voy»

Teodoro García Egea
El secretario general del PP, Teodoro García Egea.
Carlos Cuesta

Teodoro García Egea ha concentrado las críticas contra Génova por la guerra civil desatada en el PP con epicentro en Madrid. A él le señalan los barones. Y buena parte de la opinión pública le culpa de haber diseñado un ataque contra Isabel Díaz Ayuso. El secretario general del PP ha decidido dar el paso y proponer a Casado su dimisión. Todo ello resumido en una frase que da idea de la magnitud de la crisis interna que vive el PP: «Presidente: si yo soy el obstáculo, me voy».

La guerra se ha instalado en el Partido Popular. Los votantes liberal-conservadores no dan crédito. Y los barones asisten atónitos a una brutal crisis que los desangra en el peor de los puntos sensibles: el voto. El gestor por parte de Génova de esta crisis ha sido García Egea. Y los dirigentes territoriales no han ocultado su malestar desde hace mucho tiempo por la forma de abordar el liderazgo en Madrid. De la crítica se ha pasado a la petición expresa. Y, de ella, a la advertencia: o Casado aparta a García Egea o los barones están dispuestos a pedir un congreso extraordinario.

García Egea sabe que el daño producido al partido será muy difícil de remontar. Que el enfrentamiento ha desembocado en un freno al necesario avance del PP para poder arrebatar a Sánchez la Presidencia de España. Sabe igualmente que el vaso comunicante de Vox no deja de tentar a los votantes del PP, que observan incrédulos y defraudados una guerra civil mientras el país es gobernado por proetarras, comunistas, separatistas, golpistas y socialistas. Y ha decidido dar un paso: el de proponer su dimisión como parte de la solución a este conflicto.

Pablo Casado nunca ha querido dejarlo caer. El apoyo a su mano derecha ha llegado hasta el final y en plena escalada del enfrentamiento con Madrid. Pero los barones presionan. La opinión pública no perdona ya el espectáculo. Y ha sido el propio García Egea el que ha dado el paso de ofrecer su cabeza en bandeja de plata.

Los barones le señalan

Aunque la mayoría de dirigentes territoriales se han mostrado cautelosos en las últimas horas, en privado y ante la cúpula de su partido han expresado ya su gran preocupación por la crisis y sus consecuencias. Quieren que se depuren responsabilidades y apuntan directamente al secretario general, Teodoro García Egea, a quien acusan de «dinamitar» el PP en un momento en que el viento electoral soplaba claramente a favor.

«El daño que ha hecho es irreparable», censuran sin parar. El poder ejercido por el número dos de Casado ya era cuestionado en los territorios. Pero nunca hasta los límites actuales.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha sido esta semana uno de los más rotundos al manifestar su rechazo frontal a la actuación de Génova. «La dirección de un partido no está para ampliar un problema, sino para solucionarlo», dijo el presidente gallego en una entrevista en esRadio en la que, no obstante, expresó un «enorme respeto» hacia Pablo Casado. Pero Casado es una cosa. Es el presidente y candidato. Y Egea no. Y esa diferencia en un partido es más que conocida.

El dirigente gallego apuntó, sin nombrarlo, hacia García Egea. «Aquí hay un conflicto muy intenso y el manejo de ese conflicto ha sido absolutamente desacertado», aseveró. E insistió: «Debemos actuar y el único que puede hacerlo es el presidente de mi partido». Todo un veredicto.

Más cautos

Desde otros territorios se han mostrado más cautos, pero en privado tampoco ocultan su malestar y evidente preocupación. Es el caso del entorno del presidente andaluz, Juanma Moreno, que en los próximos meses debe acometer una cita electoral clave en el rumbo del PP hacia La Moncloa. Las elecciones en Andalucía están previstas para finales de año, salvo un adelanto que, hoy por hoy, parece descartado. Son unos comicios cruciales del nuevo ciclo electoral y que el PP afrontaba con unas inmejorables perspectivas. «Unidad, unidad, unidad», reclamó Moreno este viernes.

Y no son los únicos. El presidente electo de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, también ha pedido que «se aclare» lo sucedido en torno a la polémica entre la dirección nacional del PP y Díaz Ayuso. Mañueco ha reclamado que «la verdad se abra paso por encima de todo» y ha expresado la indignación, la preocupación de los votantes, de los afiliados y de los alcaldes» por esta crisis. La figura de consenso como cabeza de turno es García Egea. Y él ha aceptado ya entregarla.

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