El candidato del PP a la Generalitat defiende trasvases «puntuales» del Ebro para Cataluña

Lo incluye como promesa electoral para resolver la sequía en las cuencas internas catalanas, incluida Barcelona capital

trasvase Ebro
Alejandro Fernández, este domingo, en Hospitalet (Ep).
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El candidato el PP en las elecciones catalanas y líder de los populares en esa comunidad, Alejandro Fernández, ha prometido garantizar el abastecimiento de agua a todos los catalanes, «de manera especial para los que hoy lo ven gravemente amenazado, como es Barcelona y toda su área metropolitana», si preside la Generalitat. Aragón, sin embargo, se opone frontalmente al trasvase del Ebro. El propio presidente aragonés y líder regional del PP, Jorge Azcón, viene rechazándolo desde hace meses ante las aspiraciones de algunos sectores catalanes que lo plantean como solución a la sequía en Cataluña. La falta de agua también azota a Aragón.

Fernández apuesta así abiertamente por la opción de los trasvases para hacer frente a la sequía y como infraestructura para garantizar el abastecimiento en regiones afectadas por situaciones extraordinarias de carestía. Su planteamiento no es una defensa general de los trasvases, sistemática y estructural, sino como mecanismo de excepción. De ahí que haya incidido en añadir que se trataría de trasvases «puntuales».

Consciente de que la palabra trasvase es objeto de discordia política en España desde hace ya décadas, ha evitado usar ese término cuando se ha referido al asunto este domingo. Ha hablado de «interconexiones» hidráulicas.

El PP sufrió de lleno los efectos de aquella batalla del agua que desató la izquierda contra el trasvase del Ebro al Levante que proyectó el Gobierno de José María Aznar. Eso abrió conflictos internos en el propio Partido Popular, ya que acabó siendo un problema para varios barones regionales. Así, el PP aragonés se vio castigado electoralmente por aquel proyecto de trasvase y acabó oponiéndose a esa obra, mientras el PP levantino seguía reclamándolo.

Durante aquellos años, el nacionalismo catalán fue también beligerante contra el trasvase del Ebro al Levante, pese a que después lo ha defendido para las cuencas internas de Cataluña. El Ebro pasa por suelo catalán, pero llevar aguas de esta cuenca a las internas de Cataluña -las que dependen del Ter y del Llobregat- sería un trasvase en el sentido más clásico del término. Técnica y administrativamente, lo mismo que trasvasar aguas del Ebro a las cuencas levantinas.

Azcón rechaza el trasvase

Tras aquella batalla del agua que se desató con el trasvase proyectado por Aznar, el PP acabó por pasar página y esquivar nuevas polémicas al respecto. De hecho, el PP votó a favor, junto al PSOE, de la reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón que se promulgó en 2007 y que proclama como obligación institucional el oponerse, desde Aragón, a cualquier trasvase del Ebro.

De ahí que el presidente de Aragón, Jorge Azcón, líder regional del PP, se haya manifestado en los últimos meses en varias ocasiones en contra de un posible trasvase del Ebro a las cuencas internas de Cataluña. A principios de febrero, por ejemplo, dijo que «no es justo ni sensato». Subrayó que Aragón sigue esperando los embalses que se proyectaron a raíz del Pacto del Agua de 1992, mientras esta tierra sigue sufriendo de lleno los efectos de la sequía.

Fernández lo reclama

Por su parte, este domingo, durante una visita a Hospitalet de Llobregat (Barcelona) junto a la líder popular municipal, Sonia Esplugas, el candidato del PP a la Generalitat ha dicho que la única manera de garantizar agua para todos en situaciones de crisis «son las infraestructuras de interconexión con el río Ebro», pero ha matizado que sólo para hacer extracciones puntuales.

Para él, las obras de interconexión sí permiten que Tarragona y su área metropolitana y la Costa Dorada «tengan garantizada el agua, porque se hicieron los deberes en los años 80 y 90». El candidato ha dicho que los ingenieros sostienen que las desaladoras y las políticas de reutilización del agua «son necesarias pero insuficientes».

En cambio, considera que Generalitat y Gobierno «no son capaces de garantizar que abras el grifo y pueda salir agua», por lo que los considera ejecutivos fallidos que deberían dimitir.

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