Bildu planta a su socio Sánchez: no irá al homenaje a Blanco tras blanquear a ETA en la ley de ‘memoria’
Bildu no acudirá al homenaje a Miguel Ángel Blanco que se celebrará en Ermua el próximo domingo, coincidiendo con el 25 aniversario del secuestro y asesinato del concejal del Partido Popular. Sortu, principal formación de esta organización -que se ha convertido en aliado preferente de Pedro Sánchez-no participará en este acto de recuerdo presidido por los Reyes y con la presencia del presidente del Gobierno. La decisión se produce pocos días después de que Sánchez haya pactado con Bildu la Ley de «Memoria Democrática», una de sus normas estrella, que podrá salir adelante gracias al apoyo de los diputados del partido proetarra.
El líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha tratado de justificar la ausencia por tratarse de «un homenaje a la monarquía española y a las Fuerzas Armadas españolas» y porque, ha destacado, «queda un largo camino que recorrer para conseguir el reconocimiento y la reparación de todas las víctimas». Equiparando de nuevo a las víctimas y sus verdugos, desde la formación señalan que «todavía hay víctimas de primera y de segunda» y que «hay algunas que tienen garantizado el reconocimiento institucional, pero cientos o miles que siguen sin ese reconocimiento».
Pactos
Al acto no acudirán tampoco algunas asociaciones de víctimas, como la AVT o Dignidad y Justicia -que preside Daniel Portero, diputado del PP en la Asamblea de Madrid e hijo de Luis Portero García, fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, asesinado por ETA- en rechazo a la política penitenciaria de Pedro Sánchez con los presos etarras y sus pactos con Bildu para sostenerse en La Moncloa.
De hecho, el homenaje tendrá lugar apenas unos días antes de que la Ley de «Memoria Democrática» sea aprobada en el Congreso de los Diputados, el próximo 14 de julio, gracias a los cinco votos decisivos de Bildu. La portavoz de esta formación, Mertxe Aizpurua, se jactó este lunes de que la ley «abre un camino para cuestionar el relato de la Transición ejemplar».
Y esto es así por una enmienda acordada por Sánchez con los proetarras que obliga al Gobierno a designar una comisión «independiente» que investigue los primeros años de la democracia, hasta diciembre de 1983. La investigación incluirá, por tanto, a los gobiernos de UCD y un año del de Felipe González (PSOE). Esa comisión tendrá un «carácter académico, temporal y no judicial, independiente» y su finalidad será, según el texto, «contribuir al esclarecimiento de las violaciones de los derechos humanos durante la Guerra y la dictadura”. Estará formada, según se dice, por “personas de reconocido prestigio en el mundo académico y en el ámbito de los derechos humanos» y señalará «posibles vías de reconocimiento y reparación» de las víctimas.
Hace unos días, preguntada por si esta comisión investigará también los casos de la conocida «guerra sucia», Aizpurua insistió en que se investigarían «todas las conculcaciones de derechos humanos». Desde el Gobierno descartan que se abarque a los GAL y casos tan emblemáticos para los proetarras como el de Lasa y Zabala. Pero sí que, a instancias de Bildu, se investigarán los presuntos abusos policiales durante la Transición y los primeros años de la democracia. Hechos como los de los Sanfermines de 1978, en los que murió un joven por disparos de la Policía durante una protesta por la amnistía total de los presos, en la que hubo además 150 heridos. La ley pone así en el punto de mira al ex ministro del Interior de UCD, Rodolfo Martín Villa, una de las grandes aspiraciones de Podemos. La norma ha recibido las críticas, entre otros, de Felipe González. «No me suena bien», afirmó el ex presidente socialista este martes.
Polémica
El homenaje a Miguel Ángel Blanco viene además precedido de otra polémica. Su hermana, Marimar, se quejó al alcalde de Ermua, el socialista Juan Carlos Abascal, por no permitirle intervenir en el acto institucional. Marimar Blanco le remitió una carta este martes, con copia a Pedro Sánchez y a Íñigo Urkullu, en la que solicitaba intervenir, tras el rechazo del edil.
«Me resulta imposible explicar por qué no voy a poder pronunciar un breve discurso el día que se cumplen 25 años de la muerte de mi hermano, en el mismo pueblo en el que le asesinaron, en el pabellón con el que el soñó en su corta etapa como concejal y que además lleva su nombre», señalaba en la carta la hermana del concejal asesinado. El regidor, finalmente, ha rectificado.