España
Independentismo en Cataluña

Los alcaldes separatistas rompen la carta de Millo en la que les exige neutralidad en las playas

Varios alcaldes de Cataluña han contestado ya a la carta que les envió este martes el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, exigiéndoles «mantener la neutralidad en los espacios públicos», tras los incidentes de las cruces amarillas en varias diversas playas catalanas. Algunos alcaldes separatistas han respondido de mala manera, ya sea rompiéndola o dibujando una lazo amarillo en ella.

El alcalde de Torre del Español (Tarragona), Joan Juncà (Junts per la Torre-AM), ha colgado una foto en la que aparece rompiendo la carta del delegado del Gobierno. «Es ridícula e indignante», ha afirmado Juncà en declaraciones a los medios.

«Los símbolos que hay en las calles son símbolos pidiendo la libertad de unos presos que han sido encarcelados injustamente por motivos políticos y sin juicio previo», ha añadido Juncà.

El alcalde de Sort (Lérida), Raimon Monterde (Fem Municipi), también ha respondido de malas maneras a la carta del delegado del Gobierno en Cataluña. Ha dibujado un lazo amarillo en ella en apoyo a los golpistas encarcelados.

«Es una carta excepcional, con el tamaño justo, la letra adecuada, con un trato de tú a tú que demuestra su «campechanismo», ¡me encanta! Gracias Sr. Millo», ha señalado Monterde en su perfil de Twitter.

En esta línea también se ha mostrado el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC). «Pienso retirar aquellos símbolos, sean del ámbito que sean, que estén tapando un semáforo, una señalización de tráfico o un servicio, pero no me pienso dedicar a retirar lacitos ni otras cosas», ha advertido Ballesteros.

La carta de Millo

La carta de Enric Millo instaba a los alcaldes de Cataluña a quitar la propaganda separatista de las calles con el fin de «mantener la neutralidad en los espacios públicos», haciendo referencia al artículo 103 de la Constitución Española.

Millo hacía alusión a los enfrentamientos que se registraron hace unos días en las playas de  Canet de Mar (Barcelona) y en Llafranc (Gerona), donde los separatistas colocaron cruces amarillas y esteladas. Varios españolistas optaron por retirar estos elementos, lo que provocó enfrentamientos con los separatistas y amenazas por parte de los mismos.