El referéndum del casoplón lo controla Echenique sin supervisión de auditores externos a Podemos
La consulta sobre la dimisión de sus cargos de Pablo Iglesias e Irene Montero no cuenta con garantías que avalen los resultados. El partido decidió prescindir de auditores externos en ciertas votaciones, una figura imprescindible para asegurar la validez y neutralidad en estos procesos. En el caso concreto del plebiscito del chalé son los propios empleados de Podemos y, más en concreto, de la secretaría de Organización que dirige Pablo Echenique.
Hace un tiempo, Podemos implantó el sistema de software libre para votaciones telemáticas ideado por Agora Voting/nVotes, una de las empresas que ha supervisado otros procesos de la formación, como las primarias.
Tras instalar el nuevo sistema, Podemos contrató precisamente con esta compañía un curso de formación y certificación de sus empleados como «técnicos de autoridad novel de votación». El importe de este curso ascendió a 18.150 euros, y buscaba prescindir de un control externo que, desde entonces, quedaría por completo en manos del propio partido.
Relación tensa con los auditores
La relación de Podemos con sus antiguos auditores ha sido ciertamente conflictiva. El año pasado, Openkratio- otra de las empresas que tutelaban los procesos de votaciones- rompió la relación tras detectar varias irregularidades en Vistalegre 2 -la asamblea que revalidó el liderazgo de Pablo Iglesias- e informar al partido de la necesidad de efectuar mejoras. La formación se negó.
Entre esas irregularidades se cuestionaba el censo, la neutralidad y la falta de garantías.
.@ahorapodemos Desde OpenKratio consideramos muy importantes los procesos de toma de decisiones. Aquí algunas recomendaciones: pic.twitter.com/QOyEQxATCs
— OpenKratio (@openkratio) November 7, 2017
En declaraciones a Esdiario, Juan Romero, responsable de la empresa ha asegurado que el que «no existan entidades externas ni una comisión electoral hace imposible garantizar que todas las partes implicadas en el proceso carezcan de interés en incentivar el resultado».
«Una parte importante de la arquitectura de seguridad y de garantías del sistema de votaciones es precisamente la separación de responsabilidades. Es una filosofía muy extendida en todos los sistemas electorales. (…) Por ejemplo -continúa-, en las elecciones generales, se hace mediante la Junta electoral y los interventores en las mesas. Eso hace que aunque el fraude fuera posible, obligaría a la implicación de todos los actores, lo cual lo hace más difícil. Si solo hay una parte y ésta además tiene incentivos en que se produzcan determinados resultados, no se puede afirmar categóricamente pero sería negligente no dudar».
Bajo el control de Echenique
El sistema bien utilizado, con auditorías externas, asegura la neutralidad del proceso.
El problema surge cuando, como en este caso, todo recae en manos de, partido.
Será Pablo Echenique el que se ocupe de supervisar el proceso que decidirá la continuidad del líder del partido y de la portavoz en el Congreso. Y el secretario de Organización no se ha destacado precisamente por su imparcialidad. Lleva días haciendo campaña por la continuidad de ambos dirigentes, atacando además a OKDIARIO y a su director, Eduardo Inda, por revelar la exclusiva sobre la compra del chalé.
Pese a la ausencia de garantías, la votación sigue en marcha. A la consulta están llamados a votar unos 490.000 inscritos-los que figuraban en el censo hasta el pasado viernes-hasta el próximo domingo.
Como informó este diario, Iglesias se ha saltado también los propios estatutos del partido que obligan a que la asamblea ciudadana-integrada por los inscritos-sea convocada como mínimo con quince días de antelación.
Este diario también revela que, en caso de superar la consulta, Iglesias se considerará blindado en el cargo en lo que le queda de mandato: los estatutos establecen que ninguna persona puede ser objeto de un proceso revocatorio dos veces.