El Gobierno subirá los impuestos 1.500 millones el próximo año para compensar el gasto en pensiones
El Gobierno subirá los impuestos 1.500 millones hasta 2019 para compensar el gasto en pensiones. Se trata del resumen plasmado en el documento completo remitido a Bruselas como programa de estabilidad. En ese informe, el Ejecutivo ha tenido que explicar cómo piensa pagar la subida de las pensiones pactada con el PNV. Y allí aclara que la subida alcanzará los 600 millones en el presente ejercicio y los 1.500 millones el próximo año.
La página 41 de ese documento detalla que “las previsiones para los años 2018 y 2019 incorporan el impacto de nuevas figuras tributarias, planteadas en el marco del Pacto de Toledo”. Es decir, que no se trataría de sólo un nuevo impuesto a las tecnológicas, como se ha señalado ya oficialmente, sino que se trataría de varias “figuras tributarias”. El objetivo, según detalla textualmente el informe, es “compensar el coste de las medidas a adoptar en materia de pensiones”.
Para ello, Hacienda expone su plan de financiación: “Incrementando la recaudación prevista en 600 millones de euros en 2018 y en 1.500 millones adicionales en 2019”. Y todo ello porque, vuelve remarcar el documento “se introducirán en nuestro sistema tributario iniciativas encuadradas en la cooperación y coordinación tributaria europea”.
El texto remitido a Bruselas especifica lo que ocurrirá en 2018: “Así, se analizará la creación en 2018 de un nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales, que permitirá obtener una recaudación adicional de unos 600 millones de euros anuales”.
Pero no aclara qué “nuevas figuras tributarias” entrarán en funcionamiento en 2019 para conseguir que esa cifra logre más que duplicarse. Lo cierto es que el Gobierno sabe que tiene que encontrar nuevas vías de ingreso para evitar que el gasto en pensiones acabe generando un problema ante Bruselas. Por eso ha trasladado ya al PNV que “la subida de pensiones irá a déficit” en caso contrario.
Miembros del Ejecutivo, de hecho, han mantenido ya contactos con los nacionalistas ante la evidencia de que el pacto por los Presupuestos de 2018 cerrado entre Presidencia y los vascos, y, en especial, su punto clave –la subida de las pensiones el 1,6 este año y al IPC en 2019–, no podrá ser asumida sin cargar el déficit o elevar ingresos.
Desde los departamentos técnicos les han confirmado que un impuesto a las tecnológicas, anunciado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, difícilmente podrá paliar las necesidades recaudatorias de esa subida del gasto: más de 1.300 millones por encima de lo estimado inicialmente. Y, han añadido, que, por lo tanto, el resto tendrá que ir a cargar el déficit, algo que generará roces con la Comisión Europea, entidad que aún debe supervisar los Presupuestos españoles. A menos que se encuentren nuevas vías de recaudación.
De hecho, la Comisión Europea no se cree las previsiones de déficit trasladadas por España. Bruselas cree que España cerrará 2018 con un déficit del 2,6% del PIB –dos décimas más de lo previsto inicialmente por esta institución–. Y ello, a pesar de que la UE espera que la economía española crezca este año más de lo que dice el Gobierno: un 2,9%, tres décimas más de lo que estimó la última vez.
Para 2019, Bruselas tampoco cree los datos españoles: sus previsiones pronostican que el crecimiento de España el próximo año quedará en el 2,4% (tres décimas más que en su última previsión), pero que el déficit se situará en el 1,9% (dos décimas por encima de su última estimación).
El Gobierno español, por el contrario, cree que el PIB aumentará un 2,7% en 2018 y un 2,4% en 2019. Y que el déficit será del 2,2% y el 1,3% del PIB, respectivamente. Y la principal causa de esta desconfianza viene influida por el gasto en pensiones. Y todo ello, pese a que ese análisis de Bruselas aún no ha tenido en cuenta el pacto con el PNV.