Volkswagen ignora las irregularidades en las facturas de Seat: dice que “no hay pruebas suficientes”
Avega Soluciones Inteligentes Audiovisuales S.L, un antiguo proveedor de servicios de organización de eventos y proyectos audiovisuales a gran escala, denunció ante el departamento de compliance del Grupo Volkswagen las irregularidades que se realizaron presuntamente en Seat Martorell por el impago de una factura de 216.625 euros durante cinco años -entre 2010, fecha en la que se emitió la factura, hasta 2015- y la falsedad documental de los recibos para eludir dinero ante el fisco.
Así lo han confirmado fuentes cercanas a la situación en conversaciones con este diario que han confirmado que este procedimiento comenzó el pasado 31 de marzo y que ha finalizado seis meses después, concretamente el 30 de septiembre, con el cierre del caso al no ver Volkswagen «pruebas suficientes de mala conducta por parte de los empleados de Seat Martorell».
Tras años luchando ante la Justicia y distintos departamentos de Seat en Martorell para recibir el dinero de la factura impagada, el antiguo proveedor de servicios de organización de eventos y proyectos audiovisuales a gran escala -contratado principalmente para los salones del automóvil- denunció ante las más altas instancias, esto es directamente ante el Grupo Volkswagen, las presuntas irregularidades en la planta catalana.
Una denuncia que atendió rápidamente Volkswagen, ya que tan sólo tardó una semana en adjudicar un número de caso y dos responsables, con iniciales D.S y L.S, para investigar un presunto impago y una posible falsedad documental, que tal y como ha publicado OKDIARIO, se trataba de «una práctica generalizada en Martorell».
Avega Soluciones Inteligentes Audiovisuales S.L presentó ante Volkswagen los documentos con el objetivo de demostrar «retrasos en la emisión de órdenes de compra para poner en apuros a compañías que ganaban las licitaciones pero que querían sustituir por otras más ‘amigas’ de los directores». Asimismo, la presentación de documentos en los que se reconocía las presuntas irregularidades por parte del departamento de compras de Seat.
La compañía tambien adjuntó asegura en los correos que intercambia con el departamento de compliance del Grupo Volkswagen «el presupuesto de los trabajos realizados para Seat como ensayo para el salón de Ginebra, el envío del presupuesto a Georg Valls, director de compras de Seat, facturas de los servicios prestados, email en el que el propio Georg Vals restringe el acceso a el evento y que constata que el evento se realizó, además del rechazo de la factura por SEAT, debido a la falta de orden de compra».
Una potencial infracción seria
Unos documentos a los que desde Alemania contestaron: «Tras analizar la información tenemos intención de encargar al departamento de Auditoría Interna la investigación pormenorizada del asunto, una vez que lo hemos clasificado como potencial infracción seria de normativa por trabajadores del Grupo Volkswagen».
No obstante, pese a clasificar el caso como «potencial infracción seria de normativa por trabajadores del Grupo Volkswagen», la compañía finalmente aseguró no tener pruebas suficiente para demostrar mala conducta por parte de los empleados de Seat en Martorell. Así, el fabricante automovilístico alemán ignora ‘el modus operandi’ en la planta catalana, donde reconocen meter «los gastos por cosas que no son gastos».
Incumplimiento del código de conducta
Una práctica que incumple el código de conducta del 2020 del fabricante automovilístico del Grupo Volkswagen firmado por el propio Herbert Diess, presidente del Grupo Volkswagen. El libro insta a organizar los procesos de manera que permitan registrar correcta y puntualmente todos los datos financieros del negocio en el sistema contable.
«El Grupo Seat solamente puede generar y mantener la confianza de la opinión pública de sus accionistas y socios contractuales si su contabilidad o su información financiera es correcta. Cualquier irregularidad en este sentido podría tener graves consecuencias para la Compañía y para los responsables», reza el código de conducta del 2020.