FIEBRE VERDE EN EL AUTOMÓVIL

El valor en Bolsa de Tesla es ya cuatro veces mayor que el de Daimler, BMW y Volkswagen juntas

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Elon Musk, fundador de Tesla
Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

La fiebre verde del coche eléctrico ya ha llegado a Bolsa. Desde el estallido de la crisis del coronavirus en los mercados, los fabricantes automovilísticos que apuestan por la movilidad sostenible han sido uno de los objetivos de compra de los inversores, lo que ha provocado la revalorización de sus acciones de hasta un 844% has situar el precio en máximos históricos. Tesla, NIO, Xpeng y Li Auto son algunas de las compañías más beneficiadas en el parqué, pero ¿se está creando una burbuja financiera en el sector?

Gisela Turazzini, CEO de Blackbird Bank, explica que «Tesla es claramente un valor disruptor, puesto que rompe un mercado que transita con comodidad hacia el coche eléctrico, pasando la transición por el coche híbrido, que comenzó Toyota hace ya algunos años. Sin embargo, nadie ha presionado tanto al sector a tener que emprender una revolución como Tesla, puesto que los negocios se ponen las pilas cuando existe una amenaza y desde luego el coche eléctrico, ya lo es».

Con este pretexto asegura que «el mercado ha exagerado el propósito de Tesla, puesto que un disruptor que cambia las reglas de juego, es aquel que mediante una innovación cambia el mercado en 180º, es decir de manera diametralmente opuesta a lo que existía». «Pero una innovación como la de Tesla, no es un marcador diferencial, que le lleva a dominar un nuevo mercado. La compañía que dirige Elon Musk fabrica automóviles de gama alta y necesita un nivel de ventas importante para poder tener beneficios, ya que sus márgenes son reducidos y su cadena de valor esta en construcción. La compañía se financia gracias a las repentinas ampliaciones de capital que puede realizar gracias a los precios de burbuja y eso ha dado alas a Tesla, puesto que la burbuja financiera, de alguna manera, ha financiado la locura de Musk», señala Turazzini.

En el caso de Tesla -teniendo en cuanta que la compañía ha realizado un split-, las acciones cotizaban a 70,093 euros por cada título con el estallido de la pandemia -13 de marzo- y ahora cotizan a 682,22 euros, lo que supone una revalorización de la compañía del 844%.

«Tesla podría llegar a ser una compañía con el perfil de BMW, compañía de vehículos de gama alta, con una edición limitada de modelos y elevada rentabilidad. Esto en el mercado tiene un valor de 55.000 MM euros actualmente, o como Damiler que capitaliza en torno a los 60.000 MM euros. Lo que no tiene mucho sentido es que Tesla capitaliza en el mercado 800.000 millones de dólares, lo que significa que Tesla cuadriplica la industria del automóvil en Alemania, que a parte de Daimler y BMW, tiene a Volkswagen», calcula Turazzini. Una cifras que han hecho que la industria de la automoción encienda todas la alarmas.

Además, asegura que «menos sentido tiene que si sumamos la industria del auto alemán, con Fiat, Peugeot, Renault, Ferrari, Ford y General Motors, nos encontramos con que Tesla tiene más del doble de valor, de toda la industria cotizada en Bolsa de Europa y Estados Unidos -excluyendo Tesla-. Algo totalmente surrealista, puesto que por más éxito que tenga Tesla -algo que está por ver-, el mundo seguirá comprando coches baratos de marcas generalistas, coches asiáticos y de marcas deseo». «Si suponemos que Tesla pudiera llegar a capitalizar de manera razonable lo mismo que Volkswagen, esta tendría que corregir un 90% desde su cotización actual, algo que francamente pensamos que va a suceder», argumenta Turazzini.

El ‘Green Deal’ del automóvil

Por su parte, el gestor de inversiones de Metagestión, Alfonso Batalla, explica a este diario que «el estallido de la crisis del coronavirus provocó que los mercados se desplomaran afectando de lleno a los sectores más cíclicos, donde uno de los más afectados fue la automoción con el turismo». No obstante, Batalla asegura que «desde entonces, la automoción ha tenido una muy fuerte recuperación con el rally del coche eléctrico».

«La revalorizaciones de los fabricantes de vehículos puramente eléctricos son mucho más elevadas debido al flujo de dinero en la parte de tecnológicas con el estallido de la crisis del coronavirus y por el denominado como Green Deal, que es la reducción de emisiones de CO2 con el objetivo de impulsar la sostenibilidad en el sector, que ha hecho que los inversores sitúen a los fabricantes de los coches eléctricos como los grandes favoritos de los parqués», asegura el gestor de inversiones de Metagestión. Sin embargo, califica estas subidas de «demasiado elevadas».

Batalla remarca que «no sólo Tesla ha disparado sus acciones por los efectos de la crisis del coronavirus, el fabricante de coches eléctricos NIO  ha disparado su revalorización en Bolsa. En concreto, la compañía china estaba cotizando a 2,43 dólares por acción y ahora a 46,81, lo que se traduce en una revalorización 1.866%». Además, destaca que «esta compañía ha logrado quitar cuota de mercado en Asia a Tesla y no descartamos que con su expansión lo haga en otros continentes».

La crisis del coronavirus ha provocado la salida a Bolsa de otras marcas ‘verdes’ del sector de la automoción. Este es el caso de Li Auto y Xpeng, que han revalorizado su valor en Bolsa un 124% y un 136% ,respectivamente. «Ambas compañías estan haciendo muy bien los deberes hasta convertirse en un duro competidor dentro del nicho de mercado del coche eléctrico», explica el gestor de inversiones de Metagestión.

Sin embargo, continúa la confianza de los inversores en las marcas de coches tradicionales: «Pensamos que los fabricantes tradicionales lo van a seguir haciendo bien como ya hemos comprobando en Alemania, donde están quitando cuota de mercado a Tesla, que ha perdido ventas frente a los coches afectando al negocio de Elon Musk en Europa y Asia. Un escenario que podría destapar la burbuja de las compañías eléctricas con valoraciones demasiado elevadas», concluye Batalla.

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