Economía

El transporte aéreo de carga esquiva la guerra de Ucrania: aumenta un 12% en abril respecto a 2021

transporte carga
Carga aérea. EFE

El transporte aéreo de carga comenzó a incrementarse de manera exponencial el pasado año, ante la crisis de suministros que estalló tras el Covid-19. El alza en el precio de los combustibles o el cierre del espacio aéreo ruso como consecuencia de la invasión de Ucrania ha afectado levemente al sector, que continúa transportando un 12% más de mercancía que hace justo un año.

El cierre del espacio aéreo ruso como represalia a las sanciones impuestas por Europa y Estados Unidos supone aumentar notablemente las rutas y, por consecuencia, el consumo de carburante que en estos momentos se encuentra en máximos históricos.  El transporte entre Europa y destinos del norte de Asia, como JapónCorea del Sur y China, se encuentra en primera línea de las interrupciones después de que las prohibiciones recíprocas del espacio aéreo impidieran a las compañías aéreas europeas sobrevolar Siberia y denegaran a las rusas el derecho a volar a Europa.

En el caso de España, la guerra no ha mermado la carga transportada en avión que en el mes de abril se ha incrementado un 6% en comparación con el mismo periodo del año anterior, haciendo que, en el acumulado del año, se haya trasportado un 12,1% más de carga que en 2021, según los datos publicados por Aena.  Sin embargo, el alza en los costes de los carburantes encarece estos desvíos y por consecuencia, los precios de los contenedores. Los precios del combustible sólo van en una dirección: la semana pasada el precio del combustible para aviones superaba los 107 dólares el barril, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), lo que supone un aumento del 57% desde hace un año.

Algo que ha hecho que las aerolíneas responsables de transportar alrededor del 20% de la carga aérea mundial se vean afectadas por estas prohibiciones, que ponen en jaque a una cuarta parte de la carga transportada por las aerolíneas entre Asia y Europa, obligando a encontrar otros medios de transporte. Una situación que ha hecho que algunas compañías europeas se vean obligadas a cancelar vuelos de carga: la alemana LufthansaAir France KLM, Finnair y Virgin Atlantic ya han cancelado los trayectos al norte de Asia por el acceso cerrado al espacio aéreo. Por su parte, la aerolínea escandinava SAS dijo que cambiaría la ruta de su servicio semanal Copenhague-Shanghái para evitar el espacio aéreo ruso, y también detuvo su servicio Copenhague-Tokio.

Crisis de suministro

Gran parte de los productos que llegan a Europa proceden de Asia y vienen por mar. Con el coronavirus, el coste del transporte marítimo se ha incrementado: el precio de enviar un contenedor con mercancías en barco se ha disparado más de un 300%, aumentando también los plazos de carga, que se han multiplicado por más de diez. Con el fin de los confinamientos emergió una demanda que había estado contenida durante esos meses, se dispararon las reservas y las actividades de transporte de mercancía. Una situación que comienza a azotar en estos momentos a todo tipo de industrias, pero que en algunos sectores, como es el caso de la automoción, ya lleva presente casi dos años.

El propio Banco de España alertaba que las disrupciones en las cadenas globales de suministros podrían provocar una reducción en la tasa de crecimiento del PIB español de entre cinco y nueve décimas en 2022, un efecto en el que tendrían un papel destacado los efectos arrastre internacionales.

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