Real Decreto de Envases

Los supermercados piden a Ribera «seguridad jurídica» ante la «inversión» del Real Decreto de Envases

"Los supermercados tienen que poner a disposición del consumidor envases reutilizables según el tamaño del local"

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Los supermercados tienen que hacer frente a la aplicación de una medida del Real Decreto de Envases y Residuos de Envases que entra en vigor el 1 de enero. La aplicación de esta medida va a suponer importantes costes y tiene que adaptarse al reglamento europeo, además de que todavía hay que conocer las impresiones de los consumidores sobre este tema. De esta forma, desde el sector de los supermercados se reclama a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, más tiempo para aplicar esta normativa, y más seguridad jurídica, debido a la fuerte inversión que supone.

Como indica a OKDIARIO el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino: «El 1 de enero hay determinadas obligaciones que tenemos que cumplir los supermercados con respecto a poner a disposición del consumidor un número determinado de envases reutilizables en función del tamaño del establecimiento».

En concreto, el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases obliga a que, desde el año que viene, los establecimientos de 300 a 1.000 metros cuadrados deben contar, al menos, con cuatro referencias de bebida en envase reutilizable. Mientras que si tienen entre 1.000 y 2.500 metros deberán contar con al menos cinco referencias, y con una superficie aún mayor por lo menos siete.

Aumento de costes

La aplicación de esta medida supone un aumento de costes tanto para productores y supermercados como para consumidores. «Esos envases reutilizables tienen que estar sujetos a un sistema de depósito, devolución y retorno, es decir, de cobro por el envase al consumidor y de aceptación por parte de la distribución de ese envase para una vez lo haya devuelto el consumidor lo pueda volver a reutilizar», explica del Pino.

«Los supermercados y todos los que estamos en la cadena de producción y distribución hemos manifestado desde el primer momento los problemas que da la implementación de esta medida. Sobre todo, teniendo en cuenta que se acaba de aprobar además un reglamento por parte de la Unión Europea, que se aplica directamente sin necesidad de directiva y que contempla unos objetivos, unos plazos y unos procesos distintos. Entonces, le hemos pedido al Ministerio para la Transición Ecológica que nos ayude a tratar de compaginar y a ser coherentes con esto», afirma.

Desde el sector de los supermercados se pide compaginar ambas normativas para que no haya que volver a hacer cambios en el futuro. «Hemos pedido al Ministerio para la Transición Ecológica que nos ayude a que las cosas que se hagan con este Real Decreto nos sirvan también para cuando tengamos que aplicar el reglamento comunitario, además le hemos alertado de que hay que estar pendientes de cómo van a afectar al consumidor estos cambios», defiende.

Afecciones para el consumidor

«Hay cambios que se han probado en una ley y que no se han comunicado por parte de las autoridades, y el consumidor no entiende qué es lo que está pasando. Hay que contar siempre con el consumidor para ir explicándole cuáles son estos cambios y explicar que son decisiones que no son de las empresas», expone.

Falta de seguridad jurídica

«Lo que pedimos desde el sector de los supermercados es tener seguridad jurídica para poder hacer cuentas, porque una medida de este estilo lleva inversiones muy importantes, no sólo en las tiendas, sino también con los proveedores de bebidas. También necesitamos saber que lo estamos haciendo bien para que no nos sancionen, además de que si haces una inversión… Que no sea en vano, y que te sirvan en un futuro», sostiene.

Una fuerte inversión

Se espera que la aplicación de esta medida suponga una gran inversión. «Puede suponer inversiones importantes no sólo en las tiendas, sino también en las industrias productoras de estos artículos, que tienen que incorporar una línea de recepción y de tratamiento de estos envases para volverlos a introducir en el mercado», asegura.

En cuanto a los costes… Serán de todo tipo. «Sobre todo es el coste de los tiempos y el personal. Al final afecta a un proceso logístico integral, por lo que incluye espacios, tareas a las que se dedica el personal, el reparto y la gestión de las mercancías», aclara.

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