INGENIERÍA / ENERGÍA

Siemens Energy estrena su 100% de Gamesa con un quebranto de 1.000 millones y un ‘profit warning’

El grupo alemán valora si absorbe la empresa vasca o la mantiene como marca tras pagar 271,8 millones a los minoritarios

Siemens Gamesa inicia la fase final de su reconversión tras cerrar el problema de los minoritarios

Siemens Gamesa deja de cotizar en Bolsa este martes tras 22 años en los mercados

Siemens Gamesa
Christian Bruch, presidente de Siemens Gamesa y CEO de Siemens Energy.

Mil millones de euros le costarán los fallos en los generadores eólicos que fabrica Siemens Gamesa a su accionista, el grupo alemán Siemens Energy, que ha anunciado un profit warning (alerta de beneficio en la jerga financiera) por el que retira sus previsiones de beneficio para este año, aunque mantiene las de ingresos. No ha sido un buen estreno de la multinacional alemana que, en la junta general extraordinaria del pasado día 13, se ha hecho con el 100% del capital de la empresa vasca. Ahora, la multinacional valora si Siemens Gamesa se mantiene como filial o procede a una fusión por absorción para mantenerla como marca. Los problemas de «gobernanza», como los ha llamado la empresa, o de choque de culturas parecen estar en el origen de los problemas.

Cuentan que cuando Volkswagen se hizo con el control de Seat, allá por 1986, los mentideros de la ciudad estaban llenos de chascarrillos que aseguraban que los ingenieros alemanes desplazados a la planta de Martorell (Barcelona) se llevaban las manos a la cabeza cuando comprobaban la calidad del producto que salía de las cadenas de montaje. Y algo de eso debe haber en Siemens Gamesa cuando su consejero delegado (CEO), Jochen Eickholt, y su homólogo en Siemens Energy y presidente no ejecutivo de la propia Gamesa, Christian Bruch, se veían obligados a reconocer públicamente que la gobernanza entre ambas compañías tras la opa «no ha funcionado» como debería.

Fuentes internas de la compañía hablan de una «diferencia cultural» que parece difícil de resolver a corto plazo. Por ello, tras anunciar que habían detectado un aumento de los fallos en los aerogeneradores fabricados por Gamesa, cifraban el sobrecoste que eso provocará en 1.000 millones de euros que se destinarán a reparación y cambio de componentes en los aerogeneradores en los que están instalados.

Parte de los componentes son defectuosos, se trata de «un puñado de fallos» que son un indicador de lo que podría ocurrir en los próximos 20 años, ha señalado Eickholt, que ha reconocido que «no se puede excluir que haya problemas de diseño».

Tras detectar estos fallos, el consejo de administración de Siemens Gamesa ha iniciado «una revisión técnica ampliada» de su flota instalada y el diseño de sus productos. «Hemos iniciado investigaciones exhaustivas sobre esos temas de calidad que van mucho más allá de todo lo que hemos visto hasta ahora», ha indicado el consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch.

La investigación interna, según apunta la propia empresa, se ha encargado a un nuevo «equipo de liderazgo con una visión completamente nueva de toda la situación». De ahí que la cifra de 1.000 millones se considere meramente orientativa por el momento.

El efecto en Bolsa ha sido inmediato. Siemens Energy, la filial de energía de Siemens, se desplomaba el viernes más del 37,3% en el mercado de Frankfurt. Mientras la acción de la compañía fijaba precio en los 14,65 euros y volvía a cotas de finales de 2022, los títulos de su Siemens (titular del 30% de la empresa) bajaban el 2,2%.

Las consecuencias para la filial española con sede en Zamudio (Vizcaya) son claras: «Con el conocimiento de hoy, debo decir que la recuperación de Siemens Gamesa llevará más tiempo de lo que esperaba», decía Bruch.

Integración

La fusión de Gamesa y el negocio eólico de Siemens, concentrado en Siemens Energy, se cerró en 2017. Desde entonces, los problemas para la compañía vasca se han sucedido, que ha encadenado varios profit warnings en los últimos ejercicios. La diferencia, hoy, es que esa mala evolución tiene consecuencias que afectarán al beneficio de su accionista.

Una vez tomado el control de la empresa, Siemens Energy lanzó una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) a finales del año pasado, con el fin de excluir de Bolsa a Gamesa. La oferta dio al grupo alemán se hacía con casi el 98% de las acciones. La empresa vasca suspendía su negociación en los mercados de valores en febrero pasado tras 22 años en los mercados en los parquets.

Después de la junta extraordinaria del pasado día 13, Siemens Energy tiene, por fin, las manos libres para adoptar, con agilidad y sin necesidad de convocar junta de accionistas, las estrategias y medidas que considere necesarias para Siemens Gamesa, sin necesidad de convocar una junta de accionistas.

Los minoritarios de Gamesa, que no habían acudido a la OPA del año pasado, aceptaron la oferta de la empresa alemana de abonar 18,5 euros por acción (el mismo de la oferta pública). Eso le supone a Siemens Energy abonar 271,8 millones de euros.

Una vez adquiridas, el grupo de energías renovables de Siemens procederá a amortizar el 2,21% de acciones que acaba de adquirir mediante una reducción de capital.

Durante la junta, Jochen Eickholt, CEO de Siemens Gamesa, aseguraba: «Es una buena noticia que nuestros accionistas minoritarios apoyen nuestro esfuerzo para integrar Siemens Gamesa en Siemens Energy. Ahora podemos optimizar aún más nuestras estructuras para centrarnos en mejorar nuestro desempeño y lograr la rentabilidad».

Las intenciones parecen claras. Ahora, el problema de calidad de los generadores fabricados por la empresa española -y sus efectos en las cuentas del grupo de tecnología para energías renovables- puede acelerar el proceso.

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