¿Será el Deutsche Bank un nuevo Lehman Brothers?
Deutsche Bank ha perdido un 45% de su capitalización en lo que llevamos de 2018, lo que supone una salida de más de 20.000 millones de euros. Los inversores han dejado de confiar en un banco que, pese a ser el más importante de Alemania, acumula pérdidas millonarias en sus resultados anuales lo que, unido a las multas por escándalos de falsificación contable, ha dejado a la entidad en la estocada. Pero, ¿podría ser un nuevo Lehman Brothers?
Ni los despidos, ni la reestructuración de negocio, ni las medidas internas tomadas por el banco han evitado la sangría bursátil de Deutsche Bank, que sigue perdiendo dinero a espuertas. El pago de las sanciones sigue lastrando sus cuentas, mientras que su elevadísima exposición a derivados financieros relacionados con materias primas contribuye a que el desastre sea, prácticamente, absoluto.
Como resultado de todo esto, el precio de sus Credit Default Swaps (seguros frente a impago) se ha disparado; lo que indica al mercado la gran desconfianza existente sobre la posibilidad de que Deutsche Bank pague sus deudas.
Por todo esto, las grandes agencias de calificación no tardaron en reaccionar, agregando a Deutsche Bank a una lista de prestamistas con problemas, bajando su calificación crediticia y, por supuesto, reduciendo su precio objetivo así como su consejo de compra. Según el consenso de Bloomberg, sólo tres de los 33 analistas que siguen a la entidad se muestran optimistas con el recorrido futuro de la acción.
¿Nuevo Lehman?
Pese a la enfermedad crónica que arrastra el Deutsche Bank, los expertos, aunque ven similitudes con la caída del gran banco norteamericano, recuerdan que los problemas de Lehman pasaban por malas inversiones a largo plazo y fondos inseguros, mientras que los problemas de la entidad alemana no se deben a un deterioro de activos, sino más bien una pérdida de confianza en el banco, que se traduce en fuertes desplomes en Bolsa.
José Lizán, gestor de Auriga, cree que el Deutsche Bank es un banco «sistémico» con una diferencia respecto a Lehman Brothers: «Con el banco norteamericano nadie se esperaba una catástrofe, en cambio, por todos es sabida la mala situación de Deutsche Bank». «Si me preguntas si creo que va a caer, no lo sé, pero desde luego que puede ser perfectamente; si la pregunta es si se llevaría por delante el sistema, la respuesta para mi es no», continúa el gestor, que matiza, eso sí, que si cae hará «un ruido brutal».
El analista independiente, Alberto Iturralde, cree que «el Deutsche Bank no lleva funcionando mal unas semanas, sino que lleva funcionando mal ya unos cuantos años. ¿Puede ser un Lehman Brothers? No lo sé, porque Deutsche no tiene el mismo negocio que Lehman, con lo que no parece probable que les pase lo mismo. Pero, que algo hay y algo se está cociendo ahí que es muy negativo, no me cabe la menor duda. El precio lo lleva demostrando hace ya dos años.
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