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Sareb nombra a Leopoldo Puig nuevo CEO y culmina su reorganización tras la toma de control del FROB

El consejo de administración de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha culminado su reorganización tras la toma de control por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con el nombramiento de tres nuevos consejeros. El consejo ha propuesto el nombramiento de Carmen Allo como consejera independiente y de Julián Navarro como consejero dominical, en representación del FROB. Asimismo, ha comunicado que se incorporará al consejo el actual director de Finanzas y Corporativa, Leopoldo Puig, quien próximamente asumirá el cargo de consejero delegado de la compañía.

El futuro consejero delegado de Sareb es inspector del Banco de España en excedencia y se incorporó a Sareb en 2020, procedente del FROB. Tendrá el mandato de seguir impulsando el negocio de desinversión ordenada de la entidad, de manera compatible con el desarrollo de una actividad social sostenible.

«Es muy buena noticia que Sareb pueda contar con la experiencia y capacidad de Leopoldo para seguir trabajando en el cumplimiento de su mandato, y que eso permita maximizar la recuperación de las ayudas y también el rendimiento social de su cartera de viviendas», ha destacado el presidente de Sareb, Javier Torres. Sareb ha afirmado en un comunicado que la designación de Carmen Allo y Julián Navarro como consejeros permitirá sumar al máximo órgano de decisión de la compañía «amplia experiencia y conocimiento técnico del mercado inmobiliario y financiero».

El nombramiento de los tres nuevos consejeros deberá ser validado por la junta general de accionistas, que se celebrará próximamente, y pondrá punto y final al proceso de reorganización del consejo de administración de Sareb, después de que el Estado, a través del FROB, haya elevado su participación en Sareb hasta el 50,14%. El consejo de administración de Sareb quedará compuesto por nueve consejeros, tres de ellos independientes.

Desde su llegada a Sareb, Leopoldo Puig ha tenido responsabilidades sobre las áreas financieras y las relacionadas con personas, procesos y tecnología. Además, ha sido partícipe del diseño del nuevo modelo operativo de Sareb. Puig ha capitaneado la implantación de un nuevo modelo de control de gestión centrado en la eficiencia y en el ahorro de costes y ha trabajado en la adaptación de la estructura de la compañía a la actual estrategia de negocio, centrada en la venta minorista de los inmuebles y en la generación de valor en la cartera mediante el desarrollo de actividades como la promoción inmobiliaria.

De su lado, Carmen Allo acumula más de 20 años de experiencia en el sector financiero y ha asumido diferentes responsabilidades en entidades financieras nacionales e internacionales. Actualmente, es consejera independiente de Edreams Odigeo y de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), en ambos casos, además, preside el comité de auditoría. También es presidenta del comité de inversiones de Crisae Private Debt.

Julián Navarro cuenta con 30 años de experiencia en la industria inmobiliaria y financiera. Hasta 2021 fue director de Negocio Global del Grupo doValue y previamente ejerció durante seis años como consejero delegado de Altamira Asset Management. Asimismo, ha sido miembro de la junta directiva de Tinsa y ha ocupado puestos de responsabilidad en Citibank España y en Banque PSA Finance.

La retribución del consejo se reducirá un 40%

La junta de accionistas también tendrá que aprobar un nuevo régimen retributivo del consejo, en el marco de lo establecido en el Real Decreto-ley 1/2022 de 18 de enero, que prevé un nuevo régimen para la alta dirección, en línea con las sociedades mercantiles estatales. La retribución del consejo se reducirá en más de un 40% respecto del importe total aprobado en 2021, tanto por la reducción del número de consejeros (de 14 a 9) como por la implementación del nuevo régimen retributivo.

En concreto, el nuevo esquema plantea un salario máximo de 189.000 euros de retribución fija para los consejeros ejecutivos, lo que supone una reducción de más del 40% por ciento con respecto al sistema anterior. Además, establece una remuneración de entre 40.000 y 70.000 para los consejeros, en función de su pertenencia y responsabilidad en los diferentes comités que apoyan la función del máximo órgano de control y gestión de la compañía.