Santander puede pagar una prima del 40% para fusionarse con Bankinter, según la financiera Kepler
"Santander tiene una oportunidad de las de una vez en una generación" y no puede arriesgarse a que se lo quede BBVA
Santander y Bankinter mantienen contactos para una posible fusión ante el deseo de Jaime Botín de vender
La banca de inversión cree que Santander es la mejor opción para la salida de Jaime Botín de Bankinter
Las grandes firmas de análisis comienzan a evaluar la posible fusión de Santander y Bankinter adelantada por OKDIARIO. Así, los analistas de la agencia financiera Kepler Cheuvreux han emitido un informe en el que considera que el banco que preside Ana Botín puede pagar una prima del 40% sobre el segundo, si bien cree que «nada parece correcto en esta operación».
Esta opinión se basa en varios elementos muy difíciles de resolver, a su juicio: la motivación detrás de la venta (el deseo de Jaime Botín de vender su 23,2% en Bankinter); la dificultad para integrar Bankinter; el miedo a que alguien se adelante al Santander; el futuro en solitario de Bankinter («que está muy lejos de estar claro a estas alturas»); el precio pagado por Santander y el impacto en su capital; y la ausencia de grandes sinergias de costes que podrían dar credibilidad a la transacción.
Sin embargo, reconoce que «al mismo tiempo, ¿alguien puede permitirse dejar pasar Bankinter si está disponible? Claramente, no». «Santander podría hacer funcionar la operación a través de una oferta con una prima del 40% sobre los precios actuales y pagando dos tercios en metálico. La compra sería acretiva para en beneficio por acción en un 1%, pero el capital CET1 (el de máxima calidad) del banco podría bajar hasta la parte baja del rango 11%-12%», añade.
Impedir que BBVA se haga con Bankinter
Kepler también considera que «paradójicamente, sería mucho más fácil comprarlo para BBVA considerando su exceso de capital tras la recompra de acciones, pero Santander no permitiría que eso ocurriera, en nuestra opinión». «Santander tiene una oportunidad de las que se presentan una vez en cada generación de hacerse con el mejor banco minorista de España. El mayor peligro es que, si Santander no va a por él, otro lo hará y ese otro puede ser fácilmente BBVA», que le adelantaría en cuota en España.
Esta firma especializada reconoce que el BCE no ve con buenos ojos que el máximo accionista de un banco, bajo su supervisión, afronte graves problemas legales (Botín está condenado a tres años de prisión por el contrabando de un Picasso que trató de vender fuera de España sin permiso). A su juicio, podría vender sus acciones a un tercero, pero tiene más sentido una combinación con otro banco, y esa es la salida que el BCE prefiere. «También consideramos que, debido a los fuertes lazos familiares, este «otro banco» sólo puede ser Santander».
Además de los lazos familiares e históricos entre ambas entidades, Kepler cree que Santander está interesado en Bankinter para incrementar su cuota de mercado en España, donde ha perdido la primera posición en favor de CaixaBank tras la absorción de Bankia. De hecho, podría perder la segunda si BBVA se queda con Bankinter o si acomete otra integración como la fallida con Sabadell.
Pocas sinergias por el modelo de Bankinter
Kepler opina que no habría grandes ahorros de costes en la operación, debido a que cerrar las oficinas destruiría el negocio de Bankinter y a que su modelo es muy difícilmente integrable en otro banco. Aun así, considera que Santander puede pagar una prima generosa, si bien sin llegar a los 9 euros que cree que vale la consejera delegada de Bankinter, Dolores Dancausa: del 40% hasta 5,2 euros, lo que valoraría la entidad en 6.700 millones (1,3 veces el valor en libros, lo que la firma considera «muy generoso»).
Para asegurarse el éxito, Santander podría pagar todo el precio en efectivo. Eso dispararía su beneficio entre un 4% y un 5%, pero reduciría su ratio de capital entre 0,8 y un punto. Y no cree que Ana Botín esté preparada para acometer otra ampliación de capital después de la realizada para absorber el Banco Popular.
Por eso, considera que la fórmula ideal es pagar un tercio en nuevas acciones y dos tercios en cash. De esta forma, la transacción sería acretiva en un 1% en el beneficio por acción sin que el capital bajara a niveles incómodos para el mercado.