El IPC de los transportes sube un 5,2% en 2023

Sánchez reincide en su error: regalar viajes en tren no redujo el tráfico ni la contaminación

Sánchez prorroga la gratuidad de los viajes en tren y autobús públicos pese a que la contaminación no bajó, según un estudio de Esade

sánchez, tren
Estación de Santa Justa, en Sevilla.
Carlos Ribagorda

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, reincide en su error. Prorrogar durante todo 2024 la gratuidad de los viajes en transporte público por tren y carretera no servirá para reducir el número de coches que salen a las calles y bajar la contaminación, como argumenta el Ejecutivo para justificar esta medida.

Así lo refleja un estudio de Esade sobre el impacto de la medida en los Cercanías de Madrid. «Con la evidencia disponible no podemos afirmar que la subvención al transporte metropolitano en ferrocarril haya reducido los coches en las calles de Madrid», señala la prestigiosa escuela de negocios.

El Ejecutivo defiende que la medida busca incentivar el uso del transporte público colectivo y así acelerar el cambio a una movilidad «más sana, segura y sostenible», contribuyendo a reducir las emisiones contaminantes y garantizando la accesibilidad del transporte. En definitiva, tren de Renfe y autobuses de línea gratis o a precios reducidos para sacar los coches privados de las calles.

Pero el informe de Esade echa por tierra este argumento. «Para evaluar si la medida ha servido a tal efecto utilizamos datos en tiempo real de tráfico de vehículos privados en Madrid. Con ellos construimos una serie de tráfico en la ciudad y observamos si se ha reducido de manera significativa tras la introducción de la medida. A tal efecto empleamos un método de estimación causal que compara esta evolución real con un modelo estadístico que dibuja esta misma línea, pero en un mundo alternativo sin medida», explica Esade.

«Observamos que no hay una diferencia significativa», dice el informe. «Es decir: con los datos disponibles no se puede afirmar que la subvención haya reducido los coches en Madrid. Este efecto no aparece ni en términos acumulados desde el 1 de septiembre de 2022 hasta el 30 de junio de 2023, ni medios día a día».

Y añade: «Empleamos el mismo método para detectar algún efecto en grupos, zonas o periodos concretos. Comprobamos que no hay efecto alguno aislando los medidores de vías rápidas (M-30); de entrada o salida de la ciudad; en zonas de más o menos tráfico de partida; de renta alta, media o baja; de acceso cercano o no a paradas de transporte».

Sánchez, tren
Óscar Puente y Pedro Sánchez.

Esade cita en su informe otros estudios hechos en España, como el de Albalate y otros en 2022, que examinan si el aumento de los viajeros en el transporte público por los descuentos ha tenido un impacto en la calidad del aire de 23 ciudades españolas. «Concluyen que no hay una relación estadísticamente significativa entre los subsidios y la reducción de distintos tipos de contaminantes», señala.

La conclusión es que los coches privados no se han quedado en casa para utilizar el transporte público. Por eso, Esade propone en primer lugar hacer que estas medidas no sean para todo el mundo sino limitarlas, y que se distinga por renta del beneficiario. Y, segundo, que se ponga en marcha sólo en los sitios en los que se logre «a coste asumible» una mejora de frecuencia para conseguir que los ciudadanos dejen el coche privado en casa.

Mejor para los ricos

La oposición política coincide en este punto con el informe de Esade. El PP ha reiterado que con esta medida el Gobierno regala los viajes en tren y autobús a los más ricos, que se benefician de la decisión, mientras le sube el IVA del gas y de la luz a los más pobres -Sánchez ha decidido también subir el IVA de los servicios energéticos del 5% al 10% desde enero-.

Además del informe de Esade y el de Albalate y otros, existe otro informe preliminar de varios catedráticos que examinan el impacto de la medida en la calidad del aire en las grandes ciudades del país en los primeros tres meses de vigencia de la medida -empezó en septiembre de 2022-. El resultado es que tampoco hay datos para asegurar que la calidad del aire mejoró en esos tres primeros meses.

El uso del transporte público aumentó en un porcentaje pequeño en esos primeros meses, según los datos del INE. «Este incremento en el uso del transporte público no es condición suficiente para asegurar un impacto medioambiental positivo de esta medida, que depende de su capacidad para atraer viajes que se hubieran hecho en transporte privado», señala el estudio.

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