La presión fiscal empresarial supera la media de la UE pero Sánchez planea subirles los impuestos
En concreto, la presión fiscal que soportan las empresas en España supone un 10,5% del Producto Interior Bruto (PIB) frente al 9,3% del promedio de la zona euro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dejado claro en varias ocasiones que entre sus planes se encuentra una subida de impuestos a las compañías para hacer frente al impacto de la crisis del coronavirus en las cuentas públicas, a pesar de que las empresas españolas ya soportan una presión fiscal empresarial superior a la del conjunto de la Unión Europea (UE).
En concreto, la presión fiscal que soportan las empresas en España supone un 10,5% del Producto Interior Bruto (PIB) frente al 9,3% del promedio de la zona euro. La proporción de la recaudación total procedente de las empresas supera en España el 30% -concretamente es del 30,4%-, lejos del 26,2% de la media europea, según el informe que ha hecho público este miércoles el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
«Es critico elevar la fiscalidad»
Ante este escenario, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) -que preside el vicepresidente de CEOE, Íñigo Fernández de Mesa- avisa en su último Informe de Coyuntura Económica de que «es especialmente crítico elevar la fiscalidad que ya soportan las empresas en España ante una situación de recesión» y explica que «no es razonable pensar que se puede aumentar la recaudación y detraer más recursos de las empresas cuando está en cuestión su competitividad y supervivencia».
Por su parte, el informe alerta de que «la peor decisión que puede tomar el Gobierno de Pedro Sánchez en este momento es la de subir los impuestos». Un escenario que según IEE retardaría las posibilidades de recuperación económica en España, ya que las subidas de impuestos deprimen la oferta productiva y el consumo, lo contrario para ‘salvar’ la crisis del coronavirus.
«La única manera posible de recuperar los ingresos tributarios es acelerar la recuperación de la actividad empresarial en España, ya que, sin necesidad de subidas discrecionales contraproducentes, se producirá la normalización del producto y del empleo con una posible normalización de la recaudación», han explicado.
Los planes de Sánchez
Concretamente, Pedro Sánchez, ha aclarado que entre sus planes se encuentra una subida de impuestos, aunque ha utilizado los eufemismos de «reforma fiscal» y «justicia fiscal» a los que ya nos tiene acostumbrados. En una entrevista en La Sexta explicó recientemente que «es inevitable que haya una reforma fiscal». «Queremos tener un estado de bienestar robusto y lo haremos con justicia fiscal», dijo entonces.
El problema es que, según el informe del IEE el 10% de las compañías está en riesgo de desaparición, por lo que un golpe fiscal puede ser mortal para muchas de ellas. «En condiciones normales, el censo empresarial suele aumentar un 2% anualmente. Pero, como consecuencia de esta crisis, podemos llegar a perder, si no protegemos adecuadamente nuestro tejido productivo, hasta un 10 % de nuestras empresas, por lo que es obvio que tenemos que fomentar aún más la iniciativa empresarial y el emprendimiento», señala el documento del Instituto.
En este escenario, el objetivo del Ejecutivo es aumentar la recaudación impositiva que, según los datos que maneja el líder del Ejecutivo, se encuentra siete puntos de PIB por debajo de la media de la UE. Es decir, que Sánchez lo que quiere es conseguir al menos 70.000 millones de euros, para lo que será imprescindible tocar grandes figuras impositivas como el IVA y el IRPF. Y por supuesto el Impuesto sobre Sociedades, sobre el que ya se pactó un alza en el pacto de Gobierno entre el PSOE y Podemos.
Europa se sube al carro de bajar impuestos
En este contexto, el IEE avisa de la importancia de generar un marco fiscal eficiente y favorable a la actividad económica capaz de incentivar la inversión sin penalizar el ahorro con medidas con medidas como reducciones de impuestos o incentivos fiscales, tal y como están haciendo los homólogos europeos de Pedro Sánchez.
En concreto, Reino Unido ha sido el último en subirse al carro de las bajadas de impuestos tras lanzar fuertes reducciones de IVA para reactivar la economía que se ha visto gravemente afectada por el impacto de la crisis del coronavirus. Pero, Boris Johnson no ha sido el único Giuseppe Conte y Angela Merkel también han anunciado un plan de estímulo de la economía basado en la bajada de impuestos.
La canciller alemana ha aprobado una serie de medidas dentro de un plan de estímulo al consumo propuesto por el Gobierno germano, incluyendo la reducción temporal del IVA y una bonificación a las familias con hijos a partir del próximo 1 de julio.
Mientras, Giuseppe Conte ha aprobado una bajada de impuestos en Italia que beneficiará, según los cálculos oficiales, a 16 millones de trabajadores con ingresos anuales comprendidos entre los 28.000 y los 40.000 euros. Estas medidas de relajación fiscal se han concentrado en beneficiar a uno de los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus: el turismo y el comercio.
En cambio, el Gobierno español lo que planea es subir impuestos y una mayor presión fiscal para las empresas nacionales.