El PP se apunta al ‘fracking’: considera «urgente abrir ya un debate y alargar la vida de las nucleares»
El Partido Popular tiene una alternativa sólida y consistente al plan de transición energética del Gobierno impulsado por la vicepresidenta Teresa Ribera. No discrepa del fin último, pero opina que hay que racionalizar los ritmos porque las circunstancias han cambiado de manera dramática desde la guerra de Ucrania, según los principales responsables de energía del partido. «Nosotros no participamos de que el único objetivo deben ser las renovables, dejando de lado otras fuentes de generación que tenemos en España», indican. Para el PP, la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares «constituye una prioridad».
En lo que se refiere a la técnica de extracción denominada fracking, desde la postura del PP de explotar al máximo todas las fuentes posibles de energía, los medios consultados aseguran que aunque Europa ya ha adoptado una posición y es contraria. «Nos parece un error, porque, por ejemplo, el gas que compramos a Estados Unidos se extrae a través de este método. Nosotros lo que decimos en ese ámbito es que permitamos que se hagan estudios para ver si hay bolsas de gas en España porque a lo mejor no hay bolsas o las que hay no merecen la pena y entonces no habría discusión. Pero si las hay, abramos el debate sobre la mejor explotación posible de nuestros recursos naturales, veamos qué se puede hacer. El resto forma parte de un debate europeo, pero por lo menos sepamos lo que tenemos», aseguran las fuentes consultadas.
Por otra parte, y en lo que respecta a las nucleares, recuerdan que «tenemos un gran problema». «Si el primer cierre de las centrales es en 2027, y queremos alargar su vida útil, hay que tomar la decisión rápido, porque es preciso acometer una serie de inversiones sobre todo en la compra de uranio y en el asunto de revisión de los sistemas de seguridad que llevan mucho tiempo, en torno a tres años. Comprar uranio no es fácil en estos momentos, y para la actualización de los protocolos de seguridad hay que seguir un tedioso proceso administrativo. De manera que deberíamos tomar la decisión con urgencia», afirman las citadas fuentes. «Nosotros somos partidarios de un pacto de Estado con el PSOE para prolongar la vida útil de las nucleares, aunque dudamos que lo acepten porque este Gobierno está presidido por la ideología», agregan.
De hecho, y a pesar del cambio de escenario geopolítico y económico, la vicepresidenta Ribera ha declarado recientemente que es partidaria de acelerar el ritmo de integración «de las variables ambientales en la toma de decisiones estratégicas a medio y largo plazo» y que «hay que preparar a la sociedad para este cambio trascendental».
La opinión del PP es muy diferente. A su juicio, no hay que renunciar a ninguna de las fuentes de suministro. «Actualmente, hay 37 países de todo el mundo que reúnen a 5.000 millones de habitantes, sobre 8.000 millones globalmente, que han anunciado oficialmente la construcción de 488 nuevas centrales nucleares. Para entender la magnitud de esta apuesta por la nuclear, que nos parece muy coherente, es preciso decir que ahora hay 437 centrales nucleares ya operando. O sea que hay anunciadas más que las que están instaladas. Decir, como aseguran algunos, que las empresas no están interesadas en ampliar la vida útil de las nucleares es falso».
«Lo que no quieren es afrontar ese proceso con un Gobierno inestable como el actual, que ha hecho un ataque directo a las empresas energéticas. Pero con el Partido Popular esto cambiaría por completo. De hecho, están esperando a ver qué pasa. Lo que sucede es que la izquierda ha demonizado la energía nuclear. Pero hay países en Europa como Alemania o Italia, que se han dado cuenta de su error y están rectificando. Y aquí seguimos con la misma cerrazón”.
El PP también es partidario de la «suspensión o al menos la rebaja del precio que se paga por los derechos de emisión, porque nos estamos encontrando con que nuestras empresas electro intensivas están teniendo que cerrar o parar la actividad por los costes que tienen que soportar. Por ejemplo, esos derechos de emisión de CO2 no los paga el aluminio que viene de China y esta circunstancia hace que nuestras compañías no sean competitivas».
El PP se muestra favorable a modificar el actual mecanismo de fijación de los precios de la energía excluyendo al gas, que está creando unas distorsiones enormes. «Pensamos que sería bueno que éste se pague aparte; así desaparecería como elemento principal de formación de precios y el coste de la luz disminuiría de manera inmediata». También «estamos en favor de que la Unión Europea haga una compra centralizada de gas, igual que sucedió con las vacunas». Todo eso ayudaría mucho a abaratar el suministro, aseguran las fuentes consultadas.