El Parlamento europeo aprueba el tratado de libre comercio con Canadá

Trudeau
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. (Foto: AFP)

El Parlamento Europeo ha dado luz verde al controvertido acuerdo comercial negociado por la Unión Europea y Canadá, más conocido como CETA. Un pacto que permitirá su entrada en vigor provisional esta misma primavera, a la espera de que los parlamentos nacionales aprueben su aplicación definitiva.

El CETA está de hecho considerado el «hermano pequeño» del TTIP, el tratado comercial con EE.UU. que ha quedado congelado por la poca querencia de la nueva administración estadounidense tanto por los tratados comerciales como por el mismo proyecto europeo.

El objetivo del CETA es eliminar barreras arancelarias con Canadá y facilitar el intercambio comercial y de inversiones de bienes y servicios.
Los favorables apuntan que ahorrará hasta 500 millones de euros en tasas aduaneras, así como que creará cientos de miles de nuevos empleos, entre ellos para la agricultura, un sector tradicionalmente proteccionista al que se ha compensado con cláusulas de protección para los productos de indicación geográfica, entre otras medidas.

El pacto comercial ha sido respaldado con 408 votos a favor, 254 en contra y 33 abstenciones, con el apoyo mayoritario del Partido Popular Europeo (PPE), Liberales (ALDE), Conservadores y Reformistas (ECR) y un voto divido según delegaciones nacionales en el seno de Socialistas y Demócratas (S&D).

Los Verdes y la Izquierda Unitaria se han opuesto a su ratificación, porque dudan de las garantías que ofrece en materia laboral, protección medioambiental y sanidad, y alertan del poder que da a las multinacionales frente a las leyes nacionales. También la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, ha anunciado el voto en contra de su grupo. Mientras, en el exterior de la sede europarlamentaria en Estrasburgo (Francia) las plataformas contrarias al acuerdo de libre comercio y que critican la opacidad de las negociaciones han llevado a cabo una protesta pacífica que ha dificultada la llegada de eurodiputados a la sesión.

La UE y Canadá dieron por cerradas las negociaciones en agosto de 2014, pero el acuerdo definitivo no fue suscrito hasta octubre de 2016, tras superar los recelos de varios Estados miembros, en especial de Bélgica por el bloqueo ‘in extremis’ de su región valona. Casi la totalidad de las disposiciones del acuerdo entrarán en vigor de manera provisional previsiblemente en el mes de abril, si la parte canadiense también ratifica en las próximas semanas el texto negociado.

Sin embargo, la aplicación definitiva y total del acuerdo (incluidos elementos controvertidos como los tribunales de arbitraje) no será efectiva hasta que los parlamentos nacionales y regionales competentes en los países de la UE (hasta 38 cámaras) den su aprobación, lo que llevará varios años.

La UE cuenta con que el comercio de bienes y servicios entre las dos partes aumente un 25% con el CETA y que el PIB europeo crezca en unos 12.000 millones de euros al año. En la actualidad, las relaciones comerciales entre la UE y Canadá se estima en unos 60.000 millones de euros anuales. El bloque comunitario es el segundo socio comercial de Canadá, mientras que el país norteamericano ocupa el puesto duodécimo en la lista de socios comerciales de la UE.

Un nuevo capítulo de relaciones entre la UE y Canadá seguirá escribiéndose en Estrasburgo este jueves, con una intervención solemne ante el pleno del primer ministro canadiense Justin Trudeau.

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