El oro alcanza máximos históricos y vaticina un retroceso de la economía global
El oro toca los 2.500 euros por onza pese a la bajada de la inflación en la eurozona
El oro alcanza máximos históricos y toca los 2.500 euros por onza, algo que, según los expertos consultados por OKDIARIO, puede ser señal de un escenario de estanflación, es decir, puede corresponder a un aviso de una recesión económica a nivel global. Así, mientras la inflación se reduce en algunos bloques como en la eurozona, el metal dorado continúa al alza, dando alegrías a los inversores que han apostado por él.
Gustavo Martínez, economista, máster en Bolsa por el IEB, profesor universitario y asesor financiero; explica a este periódico que no es del todo cierto que la inflación se reduzca: «Quizás haya un cierto proceso de desinflación en Europa, pero en Estados Unidos ha habido un repunte reciente de la inflación subyacente de diez puntos básicos que sitúan los bonos en el 3,5%».
«En Europa es otro cantar, porque estamos en recesión, con lo cual es normal que los tipos de interés del mercado bajen porque la gente empieza a refugiarse en bonos», detalla el experto. «Los bonos se negocian a tasas de rentabilidad más bajas como consecuencia de que se espera una desaceleración brutal, es decir, una recesión», advierte.
Sin embargo, según Martínez, la cotización del oro no depende tanto de Europa, sino del mercado americano: «El oro no descuenta lo que pasa en Europa, es un termómetro del dólar».
«El oro sigue descontando que probablemente vayamos a un escenario de estanflación en Estados Unidos. Va a haber un antes y un después en las elecciones. Pero, si gana Trump, que parece que es lo más probable, va a tener que financiar muchas promesas que ha dicho con mayor déficit. Eso es malo para el dólar y muy bueno para el oro», asegura el profesional.
El oro alcanza máximos históricos
Así, para el economista esta es la razón por la que el oro alcanza máximos históricos. Por su parte, Virginia Pérez, directora de inversiones de Tressis, opina que «el oro está alcanzando máximos debido a varios factores y su relación con la inflación no es siempre directa».
«Aunque la caída de los precios reduce su valor como activo refugio, los bancos centrales han mantenido políticas monetarias flexibles y, más recientemente, han comenzado a bajar los tipos de interés. Esto hace que invertir en oro sea más atractivo, ya que otros activos como los bonos comienzan a ofrecer rendimientos menores o incluso podrían llegar a ser negativos en términos reales», asegura la profesional en línea con Martínez.
«Además, los bancos centrales, especialmente en economías emergentes como China e India, están diversificando sus reservas, alejándose de bonos gubernamentales y acumulando más oro. Esto ha incrementado la demanda en un contexto en el que la oferta no crece al mismo ritmo. Como resultado, el oro se percibe cada vez más como una protección frente a la expansión monetaria y la pérdida de poder adquisitivo de las monedas, impulsando su precio a niveles máximos», sentencia la experta.
Precio del petróleo
El precio del petróleo también está sufriendo un contexto de incertidumbre, provocado, sobre todo, por la guerra entre Israel e Irán. Martínez afirma que «al margen de las tensiones geopolíticas, que es un factor fundamental en muy corto plazo, lo que más influye ahora es que haya un corte de los suministros de oferta como consecuencia de que Israel ataque a Irán».
«Eso es lo que está moviendo el precio del petróleo ahora en un 80% o 90%, con lo cual, es donde tenemos que tener el foco a medio y largo plazo. Es verdad que parece ser que hay bastante más petróleo de lo que parecía a primeros de año, pero yo sigo siendo optimista. Si se puede decir ser optimista es que suba el precio del barril», declara el economista.
«Creo que lo vamos a ver por encima de 80 dólares más tarde o más temprano. Los incentivos a la oferta prácticamente son nulos, está completamente reducida y nadie quiere invertir en petróleo. Además, muchas empresas prefieren repartir dividendos o hacer recompras antes que volver a invertir», explica.
«Por el lado de la demanda, los emergentes van a seguir necesitando petróleo, salvo que nos vayamos a un escenario de recesión global en el corto plazo, que eso puede pasar y, por tanto, ver el petróleo entre 60 dólares y 70 dólares a medio y largo plazo. Aunque estructuralmente yo lo veo por encima de 80 dólares», insiste Martínez.