Economía

¡El ocaso alcista de Wall Street!

Inflación
Cartel de la calle Wall Street frente a la Bolsa de Nueva York.

“Entre más nubes tengas en el cielo, más colorido será tu atardecer”. S. Sazzad

Existe una metáfora archiconocida en Wall Street que se ha convertido con el paso del tiempo en una trampa mortal para aquellos que le temen a la oscuridad. Hace mucho aprendí que los mercados cotizados se mueven por factores macroeconómicos y fundamentales a largo plazo, pero que a corto plazo son conducidos por factores absolutamente emocionales.

No es de extrañar entonces, que la euforia y el pánico sean elementos decisivos sobre los que si no tenemos control, perderíamos toda capacidad de juicio sobre conductas que por norma general son racionales. Así pues, el famoso truco del dead cat bounce o rebote del gato muerto, se ha convertido en un armadijo para aquellos que ven en cada nuevo máximo técnico el comienzo de un nuevo colapso financiero. Y cierto es que en todo proceso bajista el primer zarpazo de los osos suele competir contra la arrogancia de aquellos que se han visto recompensados por unos nuevos máximos en los precios que hicieron de la tendencia su principal aliado.

Aquello de tener manos de diamante en las caídas suele funcionar la mayor parte del tiempo, señores, pero pensar que el mercado alcista es eterno es si más no una trampa mortal. Como saben, durante los últimos meses les he venido exponiendo que la amplitud del mercado global se ha deteriorado de manera importante y que si bien la absurda guerra en Ucrania ha acelerado las situaciones propias de mercado que venían dominando la tendencia, el proceso de debilitamiento no solamente se ha consolidado, sino que ha empeorado.

Actualmente, vemos el mercado americano bajo un avanzado proceso de distribución que amenaza seriamente la tendencia. Únicamente las farmacéuticas y las compañías del sector OIL&GAS mantienen en pie al Dow Jones, mientras que el NASDAQ100 oculta su desastre con las FAAMG que siguen en pie pendientes de un hilo. Las caídas de Netflix, Alibaba, Facebook o Paypal por poner algunos ejemplos, se han llevado un 70% de su capitalización sin que eso signifique un cambio de tendencia en los índices de Wall Street, pero la realidad es que el índice tecnológico NASDAQ100 se sujeta por compañías que como Microsoft, Apple, Google, Facebook, NVIDIA o Amazon capitalizan alrededor de 10 trillones de USD, marcando claramente el camino que nos muestra el selectivo. 

La semana pasada se les puso de cara a los alcistas, que volvieron a presumir arrogantemente de soportes, burlándose una vez más del rebote del gato muerto como les citaba en un inicio, pensando que lo lógico y permanente es el ‘statu quo’ y que no hay argumentos para acontecer algo que no hayamos visto ya durante la última década; ¡nuevos máximos! Sin embargo, en la división de Blackbird Research seguimos insistiendo que la amplitud de mercado ha empeorado sustancialmente y que Google se suma al carro de aquellas que pierden soportes y cambian de lado en el mercado.

Confieso que es muy temprano para hablar de un proceso bajista, pero sí podría afirmar que la tendencia de las bolsas no es alcista y que el estado de distribución está ya muy avanzado. Si el resto de las FAAMG siguen el camino que hemos visto en Netflix y en Facebook, veremos cómo 10 trillones de USD de capitalización buscan amparo en una demanda que ya me dirán donde aparece si bien sabemos que estos 10 trillones provienen especialmente de una FED que literalmente se ha encargado de decir que romper el ciclo económico es la única manera de controlar una inflación, que lejos de ser transitoria es un evidente peligro para el sistema. Y claro, al fin presenciamos el efecto colateral del quantitative easing.

¿A qué me refiero? Si buceamos en el recuerdo de las actas de la FED de Mr. Bernanke, por allá en 2010, podemos recordar como citaban en lo literal que se debía intervenir en el mercado para estimular el efecto riqueza y fomentar el consumo. Dicho de otro modo, aumentemos el efecto riqueza del consumidor comprando activos cotizados y levantando las bolsas. ¡Ojo! Ahora las actas de la FED dicen lo contrario de la mano especialmente del señor Bullard. Yo no pasaría por alto que controlar la inflación asustando al consumidor puede ser una estrategia absolutamente válida proveniente de aquellos que vienen manipulando al consumidor durante más de una década. Vamos, ¡unos genios en potencia!

Dicho todo lo cual, en Blackbird seguiremos haciendo honor a nuestra ya conocida responsabilidad, cuidando el patrimonio de nuestros inversores y alejándonos de la perversa necesidad de tratar de intuir hacia dónde van los precios. Ciertamente el debate no consiste en si es o no “el rebote del gato muerto”, más bien en si tenemos el estómago suficiente para soportar un evento de volatilidad, o lo hacemos más llevadero viendo como con liquidez y con algunas posiciones cortas incluso le podemos sacar partido.

Lo de Netflix, Facebook, Nvidia, y Alibaba son solamente un aviso a navegantes para aquellos que no comprenden que en fondo y forma las bolsas son un mercado y que los 10 trillones de USD que la FED se ha inventado alegremente van a fulminar a más de unos cuantos. Sin embargo, lejos de asustarnos lo único que debemos comprender es que si la codicia no domina nuestras decisiones, vivir en el refugio de la liquidez es una opción inteligente a corto plazo, puesto que como les exponía anteriormente la determinación de la FED viene avanzando sigilosamente como un Tsunami y la amplitud del mercado se está encargando de informarnos como si fuera una corriente de resaca, previa al desastre.

Para mí las cosas no esperan a nadie, y alejarse de la costa en el momento adecuado nos permite ser meros observadores de un cielo que entre más nubes tenga, más colorido nos regalará su atardecer. Un atardecer ciertamente maravilloso para aquellos que nos encontramos con liquidez y por qué no, con alguna que otra posición en corto.

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Owner Founder CEO.

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