Montero busca recaudar más armonizando impuestos en Madrid que con su propia subida fiscal para 2021
El Gobierno lleva meses tratando de impulsar una fórmula que suba los impuestos en la Comunidad de Madrid, que ha logrado aumentar la recaudación y cumplir durante los últimos años con holgura con las exigencias de estabilidad presupuestaria y, al mismo tiempo, bajar los tributos a los madrileños. Para muestra un botón: Madrid logró en 2019, antes del estallido de la pandemia, elevar un 3,9% los ingresos de los impuestos de gestión autonómica a pesar de sumar nuevas deducciones en estos tributos.
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, llegó a decir lo siguiente en febrero de este año, cuando la pandemia ya sobrevolaba la mente de los políticos: «Madrid puede bajar impuestos porque es la capital de España, y tiene más recursos que otras regiones de España. Esa bajada de impuestos es competencia desleal». El plan del Gobierno sobre una nueva financiación regional estaba previsto para este mes de noviembre. Y puede ser una de las concesiones a los socios del Ejecutivo a cambio del «sí» a los Presupuestos para 2021.
Lo más preocupante es que, según los cálculos internos de la Comunidad de Madrid, de llevarse a cabo la armonización fiscal que quiere Montero en los impuestos de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones, conforme a la normativa en vigor de otras comunidades gobernadas por el PSOE -porque la armonización de Montero es para elevar impuestos, no para bajarlos- el impacto para los madrileños sería de casi 5.000 millones de euros. Sería el resultado de equiparar la fiscalidad de Madrid en estos tributos a la de una comunidad como Asturias.
Concretamente en el Impuesto sobre Patrimonio el golpe fiscal sería de 1.100 millones y en el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, de 3.332 millones.
Llama la atención que el propio Gobierno, con sus impuestos incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para 2021, apenas prevé recaudar esos 5.000 millones. Sólo las medidas fiscales incluidas en los Presupuestos para 2021 ingresarán 1.862 millones, que sumadas a las de otras leyes apenas llegarían a los 5.000 millones de euros de ingresos extra de 2021.
A esto habría que añadir el alza en Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados, que también acrecentaría el hachazo fiscal a los madrileños. Y lo peor es que esto se produciría en plena recuperación de la pandemia. Por ejemplo, si se tiene en cuenta que en Madrid la herencia media es de 160.000 euros, un contribuyente de 25 años que actualmente paga 22 euros en Madrid, en Asturias pagaría 2.220,9 euros.
Los resultados de las bajadas fiscales en Madrid
La Comunidad de Madrid cerró 2019 con un aumento del 3,9% en la recaudación de los impuestos de gestión autonómica, el mismo año en el que entraban en vigor nuevas deducciones en estos tributos. Así lo detalló esta semana el consejero de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández-Lasquetty, en la sesión plenaria de la Asamblea de Madrid.
A este respecto, el consejero recordó que el año pasado los madrileños ya pudieron aplicarse las nuevas bonificaciones en el impuesto de Sucesiones y Donaciones en 2019 para tíos, sobrinos y hermanos. A cierre del ejercicio, se recaudaron un total de 508 millones de euros, lo que supone un incremento del 23,5% con respecto a 2018, o lo que es lo mismo, 97 millones de euros más que el año anterior.
Lo mismo ha ocurrido con el resto de impuestos gestionados por la Comunidad de Madrid, como Transmisiones Patrimoniales, que registraron un aumento en la recaudación de 48 millones, lo que supone una subida del 4,4%, hasta alcanzar los 1.156 millones de euros, pese a la menor actividad registrada en el sector inmobiliario. Por su parte, Actos Jurídicos Documentados finalizó el año con una recaudación de 396 millones, es decir, 12 millones más (3,2%) que en 2018.
Estas cifras demuestran, según el titular de Hacienda, “que bajar los impuestos no significa que automáticamente baje la recaudación en la misma proporción, como se ha vuelto a comprobar en 2019”. Además, Fernández-Lasquetty subrayó que estos datos reflejan también que «bajando la presión fiscal se incentiva la actividad empresarial, se atrae la inversión y mejora el consumo».
El consejero madrileño recordó que los distintos gobiernos de la Comunidad de Madrid “llevan 16 años bajando impuestos”, lo que ha significado un ahorro a los madrileños de más de 48.000 millones de euros.