Mete 10 euros en su cuenta y se olvida de ellos durante años: el dinero que ha conseguido es una locura
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Seguro que en más de una ocasión habrás pensado, o te habrán informado, que para poder hacer crecer tu dinero sin tener que hacer nada, una de las soluciones pasa por tener una cuenta remunerada. Sin embargo, no todas las cuentas lo son, de modo que la clave está en saber encontrar aquella que nos aporte mayor remuneración por nuestro dinero, por poca cantidad que depositemos. Así, podremos aumentar de año en año lo que dejemos en la cuenta, y no nos pasará como el caso que ahora os contamos, en el que un joven francés se ha hecho viral tras desvelar la cifra de dinero que ha ganado tras dejar 10 euros en su cuenta del banco y olvidarse de ellos durante dos décadas.
Tras 20 años con esos 10 euros depositados en una cuenta bancaria, este hombre ha querido compartir la fortuna que ha ganado, ya que se le han aplicado intereses todos los años. Sin embargo, lejos de sorprender a todo el mundo desvelando que ha ganado una elevada cifra, lo que le ha sucedido ha sido todo lo contrario. Su caso ha servido para abrir los ojos a más de uno sobre cómo funcionan algunas cuentas de ahorro, tanto en Francia como en otros países como España. Todo empezó con un gesto sencillo y aparentemente inofensivo: abrir una cuenta con 10 euros, sin intención de hacer mucho más. Aquel joven tenía sólo que cumplir un requisito básico para activarla y, una vez hecho, se olvidó por completo. Pasaron los años, cambiaron gobiernos, tecnologías y hasta monedas virtuales, pero su cuenta siguió ahí, inmóvil. Cuando, dos décadas después, volvió a mirar el saldo, lo que encontró no fue precisamente una fortuna.
El dinero que ganó tras meter 10 euros en una cuenta 20 años
En total, y tras 20 años sin mover un solo euro, el saldo de su cuenta apenas había aumentado hasta los 13,70 euros. Es decir, su dinero había generado únicamente 3,70 euros en intereses. Una cifra que, vista con perspectiva, resulta más simbólica que rentable. Este caso se ha convertido en un ejemplo perfecto de lo que puede pasar cuando se confía ciegamente en ciertos productos financieros sin saber realmente cómo funcionan.
Un ejemplo que pone en duda las cuentas de ahorro tradicionales
Lo que le sucedió a este joven no es exclusivo del sistema bancario francés. El Livret A, la cuenta en la que depositó los 10 euros, es el equivalente a muchas cuentas de ahorro populares en España, como las de Banco Santander, BBVA u otras entidades tradicionales. Son productos que se venden como seguros, accesibles y cómodos, pero que a la hora de la verdad ofrecen una rentabilidad muy limitada.
El rendimiento de esta cuenta francesa se tradujo en una tasa anual media de apenas el 1,58 %, una cifra que hace pensar. ¿De verdad merece la pena dejar los ahorros estancados durante décadas para obtener unos céntimos? Aunque el Livret A cuenta con la ventaja de que los intereses están libres de impuestos, su rentabilidad es tan baja que sólo resulta útil para quienes prefieren mantener su dinero en un lugar seguro, sin esperar prácticamente beneficios.
¿Y por qué entonces sigue siendo tan utilizada?
A pesar de su escasa rentabilidad, millones de franceses siguen usando el Livret A como herramienta de ahorro. ¿Por qué? Pues porque esta cuenta tiene una función que va más allá de lo personal: el dinero depositado se utiliza para financiar proyectos públicos, como la construcción de viviendas sociales o la mejora de las ciudades. Es la Caja de Depósitos y Consignaciones la que gestiona estos fondos, prestándolos a entidades públicas con fines sociales.
Es decir, aunque quien ahorra apenas gana unos euros, su dinero sí tiene un impacto real en la sociedad. En cierta forma, se trata de un ahorro solidario. Esta dimensión social explica en parte por qué tantos ciudadanos confían en esta cuenta, aunque no sea precisamente la más lucrativa del mercado.
¿Y si esto mismo pasara con una cuenta en España?
La historia ha cruzado fronteras porque no es difícil imaginar que algo parecido podría pasar en nuestro país. Muchas personas tienen abiertas cuentas de ahorro en bancos tradicionales que, aunque prometen intereses, rara vez dan resultados destacables. Y aunque los productos son diferentes, la lógica se repite: cuanto menor es el riesgo, menor es la ganancia.
En España, salvo contadas excepciones, las cuentas de ahorro tampoco ofrecen rentabilidades espectaculares. Algunas apenas dan el 0,01 % anual. Eso significa que, salvo promociones puntuales o cantidades elevadas, la mayoría de los ahorradores apenas ven crecer su dinero. Y lo peor es que muchos ni siquiera se dan cuenta, porque, como este joven francés, confían en que el simple paso del tiempo haga crecer su saldo por arte de magia.
¿Qué alternativas existen?
El caso del Livret A nos invita a replantearnos nuestras decisiones financieras. No se trata de huir de los bancos tradicionales, pero sí de abrir los ojos. Hay productos más rentables, desde depósitos a plazo con mejores intereses, hasta fondos de inversión, planes de ahorro o cuentas remuneradas de fintechs que compiten con la banca clásica.
Por supuesto, cada opción tiene su nivel de riesgo y exige cierta atención. No hay que lanzarse a ciegas, pero sí conviene informarse y adaptar el método de ahorro a las necesidades reales de cada persona. El error no es usar una cuenta como el Livret A, sino creer que con ella basta para construir un colchón financiero.