El mercado cree que los aranceles de Trump pasarán factura a la economía de EEUU
La imposición de aranceles que Donald Trump firmó la semana pasada perjudicará a la economía de Estados Unidos tal como ocurrió con la subida de impuestos que llevó a cabo en su día el expresidente George W. Bush, prevén varias firmas de inversión.
Rodeado por trabajadores de acero y aluminio, el líder republicano firmó el pasado 8 de marzo la ‘Proclamación de la Sección 232’ sobre las importaciones de acero y aluminio durante una ceremonia en la Habitación Roosevelt de la Casa Blanca.
Trump firmó un arancel del 25% sobre el acero importado y una tarifa del 10% sobre el aluminio, algo que sobre el papel no tiene un gran impacto económico, pero que puede generar una guerra comercial a nivel mundial que dañe la economía.
«Si bien el impacto económico directo de estas acciones es limitado hasta ahora, los inversores están preocupados por una tendencia inquietante de una creciente confrontación comercial que podría ser contraproducente para la economía estadounidense, provocar represalias globales e interrumpir la recuperación duramente ganada del comercio y el crecimiento mundial», señala el último informe sobre la economía estadounidense del equipo de Research de AXA Investment Managers.
El estudio advierte, además, de que «extender el proteccionismo supone un riesgo de una reacción de represalia global, como se vio en 2002-2003, cuando se introdujeron aranceles similares bajo el presidente G.W. Bush».
En esa línea, Caixabank Research señala que «la economía estadounidense sigue fuerte, pero la política comercial entra en terreno inexplorado». La tasa de paro en febrero fue del 4,1%, sin cambio respecto a enero, mientras que los salarios se desaceleraron del 2,8% interanual anterior al 2,6%.
«Siendo la continuidad la tónica dominante en el ámbito propiamente macroeconómico, la atención se centró en la imposición de aranceles sobre el acero (del 25%) y el aluminio (del 10%) importados. Se trata de una medida que abre la puerta a una más que probable respuesta de la UE y China. Cabe mencionar que Canadá y México están temporalmente excluidos mientras se renegocia el NAFTA», explican desde Caixabank Research.
España sufrirá los aranceles
Tal como señala el informe de Caixabank Research, la Casa Blanca ha excluido a Canadá y a México y ha dejado la puerta abierta a hacer lo mismo con aquellos aliados que cumplan con el compromiso de gasto militar, como es el caso de Reino Unido. España está a la cola en gasto en Defensa.
Nuestro país, como miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), es aliado de EEUU, pero en 2017 fue uno de los países que menor gasto dedica a Defensa sobre el PIB de toda la Alianza Atlántica, con un 0,91% (sólo por delante de Luxemburgo y Bélgica), por lo que con casi total seguridad tendrá que asumir unos aranceles del 25% en el caso del acero y del 10% en el del aluminio.
De hecho, nuestro país ya ha comunicado a la OTAN que no cumplirá con el compromiso alcanzado en Gales en 2014 de destinar en el año 2024 un gasto del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a materia de Defensa. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, defendió a mediados de febrero que la propuesta de gasto que remitida por España—que prevé elevar el gasto en defensa hasta el 1,53% en 2024— es “realista” y “ambiciosa”.
Defensa siempre ha sostenido ante la OTAN que su compromiso con la Alianza va más allá del presupuesto destinado a dicha partida. El ministerio señala que nuestro país es uno de los socios que más efectivos aporta en misiones internacionales y que su rapidez y desempeño en las mismas no es cuantificable económicamente. No obstante, es una justificación que para nada sacia las exigencias de la primera potencia mundial, ni tampoco las de la propia OTAN.