Maroto pide a Nissan que reconsidere su decisión sobre el cierre de la planta en Barcelona

El fracaso en las negociaciones del Gobierno con Nissan sobre la continuidad de la fábrica de Barcelona ha sentado como un jarro de agua fría dentro del Consejo de Ministros. Por eso, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha afirmado que, en cuanto se ha conocido oficialmente que Nissan cerrará su planta de Barcelona, el Ejecutivo español ha contactado con la dirección del grupo nipón para pedirle que reconsidere su decisión y abra un grupo de trabajo con el Ejecutivo y la Generalitat de Cataluña en el que buscar soluciones alternativas.
«Nosotros confiamos, por eso hemos abierto un diálogo con ellos, para que ese proceso nos lleve a una solución industrial. No necesariamente tiene que seguir Nissan en esa planta. Se pueden plantear distintos escenarios, pero lo importante es que la dirección se siente con nosotros», ha señalado Maroto en una entrevista en la Cadena Ser.
La ministra ha indicado que la situación financiera de Nissan es muy complicada, que ya lo era el año pasado y que se ha agudizado con la crisis del coronavirus, lo que ha provocado que el fabricante japonés de vehículos quiera reorientarse hacia el mercado asiático. Las palabras de Maroto dejan entrever que los responsables de Nissan no tienen una interlocución muy fluida con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Maroto ha recordado que hace unos meses, cuando el Gobierno aseguró que el empleo estaba garantizado en la planta de Barcelona, se estaba trabajando en un plan de viabilidad. Sin embargo, ha explicado, la pandemia del coronavirus ha modificado el escenario y ha impactado «duramente» sobre el mercado mundial de la automoción, informa Europa Press.
«Nosotros seguimos tendiendo la mano a Nissan porque creemos que el cierre de la planta es la peor solución», ha enfatizado Maroto, que ha advertido de que el cierre de esta planta le va a costar más de 1.000 millones de euros a Nissan y va llevar su tiempo.
De hecho, cree que el horizonte temporal que se ha fijado el grupo nipón para cerrar la planta (diciembre), y del que Nissan no le ha hablado en su conversación de esta mañana, es «imposible» de ejecutar en seis meses porque tiene que dejar las instalaciones tal y como se las dieron.
«Va a ser un proceso muy largo porque requiere de un estudio muy riguroso. Les hemos pedido que nos planteen un plan de recolocación de trabajadores, un plan de reindustrialización (….). En seis meses lo vemos imposible», ha asegurado.
Relocalizaciones en Francia
Por otro lado, la titular de la cartera de Industria, Comercio y Turismo ha señalado que la Comisión Europea no permite ayudas públicas a cambio de que se relocalicen las plantas de los fabricantes en el territorio nacional, tal y como recoge el plan presentado recientemente por Francia.
Maroto afirmó que el plan francés de incentivar la relocalización nacional de empresas no lo permitirá Bruselas, puesto que va contra el espíritu europeo de reforzar el mercado único y que no haya barreras entre países.
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