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Llegó para desbancar a IKEA pero está cerrando sus tiendas en España: adiós para siempre

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Blanca Espada

Cuando Pepco aterrizó en España lo hizo con un objetivo claro: abrirse paso en el mundo de la decoración y el hogar compitiendo con gigantes como Primark o IKEA. Su propuesta era simple y directa, artículos para la casa y ropa a precios muy bajos, y un modelo que prometía revolucionar la forma de comprar en grandes superficies. Durante un tiempo lo consiguió: expansión rápida, locales en casi todas las comunidades autónomas y la sensación de que estábamos ante un nuevo protagonista del consumo low cost. Sin embargo, en los últimos meses Pepco está cerrando sus tiendas en España y nadie entiende el porqué.

Lo que empezó como un crecimiento meteórico se ha transformado en un frenazo con consecuencias visibles. Durante este verano de 2025 la compañía ha tenido que replegarse, y Pepco ya está cerrando parte de sus tiendas, por lo que a la vez, se ha producido un despido colectivo que ha dejado en la calle a más de doscientas personas. Una noticia que contrasta con la euforia de hace apenas tres años, cuando se celebraba cada apertura como un paso hacia adelante. Y lo más significativo es que este retroceso no es un hecho aislado en España, sino que forma parte de una crisis mayor que atraviesa toda la compañía a nivel europeo. Ocho tiendas ya cerraron sus puertas en agosto y dos más lo harán en diciembre. La cadena que vino para plantarle cara a IKEA y otros referentes del sector se encuentra ahora en un momento delicado, con dudas sobre su futuro.

Llegó para desbancar a IKEA pero está cerrando sus tiendas en España

El acuerdo firmado entre la empresa y la representación de los trabajadores dejó una cifra clara: 209 despidos. En un principio la compañía llegó a plantear 232, pero la negociación consiguió rebajar algo el impacto. Aun así, el resultado sigue siendo doloroso para los afectados, tanto en los establecimientos como en las oficinas centrales.

Pepco intentó introducir cierta flexibilidad con una cláusula de voluntariedad: cualquier empleado podía ofrecerse para salir, aunque su puesto no estuviera directamente afectado, y también cabía la posibilidad de intercambios para que algunos pudieran quedarse. Además, la empresa prometió publicar durante los próximos doce meses todas las vacantes que surgieran, de modo que las personas despedidas tuvieran la opción de reengancharse.

La indemnización pactada fue de 32 días por año trabajado con un máximo de 20 mensualidades. Sobre el papel suena razonable, algo por encima de lo habitual, pero en la práctica el golpe económico y emocional ha sido fuerte. No es lo mismo perder un empleo en una gran ciudad que en un municipio pequeño, donde esas tiendas eran también un motor local de empleo.

Ocho cierres en agosto y dos más en diciembre

La reducción de plantilla vino acompañada de cierres. Y no se quedaron en anuncios futuros, sino que en agosto ya vimos bajar la persiana a ocho locales. Desaparecieron las tiendas de Viana, Vall d’Uixó, Castielfabib, Alfafar, Cartagena, dos en Jerez de la Frontera y otra en Tavernes de la Valldigna.

Los próximos en desaparecer serán en diciembre: uno en Fuenlabrada (centro comercial Plaza Loranca) y otro en Getafe (CC Getafe 3). En apenas unos meses, diez tiendas menos en España. Y aunque en el mapa global de Pepco todavía quedan cerca de 240 establecimientos, la sensación es que su gran apuesta ha perdido fuerza.

Para quienes recordaban la apertura de la primera tienda en Alicante en 2021, la situación resulta chocante. En sólo  cuatro años, la marca ha pasado de presumir de una expansión imparable a reducir su presencia en varios puntos clave. Un giro demasiado rápido como para no levantar dudas entre clientes y analistas.

De la fusión con Dealz al parón inesperado

El plan inicial parecía sólido. Tras el desembarco en 2021, Pepco consolidó su apuesta con la transformación de las tiendas Dealz en 2022. En cuestión de meses, unas 60 tiendas cambiaron de rótulo y se integraron bajo la marca Pepco. Esa operación, completada a principios de 2023, reforzó la idea de que el grupo iba muy en serio en España.

El modelo funcionaba: variedad de productos, desde menaje a textil, con precios bajos y un formato entre bazar y gran superficie. Un concepto que recordaba en parte a IKEA, en parte a Primark Home, y que conectaba con un consumidor muy sensible al precio. Pero lo que parecía un terreno firme se ha convertido en arena movediza. A mediados de 2025 la empresa se encontró con la necesidad de frenar, reducir costes y replantearse su estrategia.

Un problema que se repite en Europa

La crisis de Pepco no se entiende solo mirando a España. El grupo, con presencia en una veintena de países, atraviesa un momento delicado. En junio anunció la venta de su enseña Poundland en Reino Unido e Irlanda a Gordon Brothers, y poco después presentó concurso de acreedores en Alemania. Tampoco le va mejor en Polonia, donde se plantea deshacerse de Dealz.

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