La incertidumbre política hunde la confianza del consumidor
El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) cayó 8,3 puntos en enero en relación al mes anterior, hasta situarse en 99,1 puntos. La bajada en cuanto a las expectativas y la peor valoración de la situación actual son las causas de ese descenso, según datos publicados este miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
La mayor parte de los consumidores cree que la situación económica actual es igual o mejor que hace seis meses, pero las expectativas referidas al mercado de trabajo descienden hasta 19,1 puntos y las expectativas sobre la situación económica pierden 17,5 puntos.
En términos interanuales, desde enero del pasado año, las expectativas respecto a la situación económica del país se contraen en 10,6 puntos, mientras que las referidas al mercado de trabajo retroceden hasta 14,4 puntos.
Uno de los elementos que más influyen en en la percepción de la situación económica es el empleo. Así, la estabilidad es un factor indispensable para que el mercado laboral continúe con la reducción del número de desempleados. El secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, asegura que “no hay nada que perturbe más la creación de empleo que las dudas y la incertidumbre”.
El ICC se calcula como media aritmética de los balances de la situación actual de la economía familiar, de la economía española y del empleo, respecto a la que existía hace seis meses, y de las expectativas respectivas para los próximos seis meses. El índice oscila entre 0 y 200, por lo que el nivel actual, al encontrarse por debajo de 100, indica una percepción negativa.
Pero no sólo los consumidores están preocupados. La situación política actual también inquieta a las grandes entidades. El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, reconoce que “la situación política actual no es buena ni para la economía ni para los mercados”.
Compañías como Goldman Sachs aseguran que “el estancamiento surgido tras las recientes elecciones generales parece que continuará en 2016” y la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI) avisa de que los inversores internacionales se encuentran “en un compás de espera ante la incertidumbre política vivida en España en el último año”.
La convocatoria de unas nuevas elecciones generales es un escenario que contemplan algunos bancos como UBS, Deutsche Bank o el ya citado Goldman Sachs. Todos ellos avisan de que “cualquier coalición será inestable” y aseguran que ni siquiera unas segundas elecciones garantizan una solución al problema.
En la línea de lo reflejado en el ICC se sitúa el ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, que considera que la inestabilidad política española tras las elecciones generales no ha tenido un impacto “notable”, pero teme que la senda de recuperación se pueda “quebrar” si no se consigue formar un Gobierno estable.