¿Cómo invertir en turismo de lujo?

Las grandes fortunas han incrementado durante los últimos años en todo el mundo. Son personas que no se han visto afectadas por la situación general y que han conseguido incrementar su patrimonio.

Se trata, por lo tanto, de un segmento de población que permanece inalterable a los vaivenes económicos y que dispone, evidentemente, de un importante poder adquisitivo. Algunos de ellos, además, buscarán vivir nuevas experiencias fuera de su país; aquello que los otros no pueden tener, un lujo extremo que los diferencie de los demás. Destaca la presencia cada vez más habitual de gente procedente de China, Rusia y los países árabes. A continuación, explicamos cómo atraerlos.

¿Cómo conseguir satisfacer al turismo de lujo?

Las acciones a desempeñar para atraer al turismo de lujo son las siguientes:

• Programar actividades complementarias: a este tipo de turista no le basta con alojarse en un hotel con todas las comodidades o lujos. Demanda experiencias únicas, irrepetibles e inolvidables. Se le puede ofrecer, por ejemplo, cenar en una mesa reservada y apartada en un restaurante con distintas estrellas Michelin; visitar un museo o un espacio cultural de forma exclusiva con su familia; ir de compras por tiendas exclusivas de la ciudad sin nadie que les moleste…

• Actuar con discreción: uno de los puntos que más valoran los demandantes del turismo de lujo es no llamar la atención y poder gozar con total tranquilidad de las distintas actividades programadas. Por lo tanto, hay que evitar que nadie les reconozca o moleste durante su estancia.

• Alto grado de profesionalidad: por encima de todo, el trato debe de ser excelente. Ello implica que todo el personal debe de tener un alto grado de profesionalidad y estar atentos a las distintas necesidades que muestre el cliente. Para ello, existe formación específica sobre cómo actuar ante las distintas situaciones. Otro punto clave es el dominio de idiomas, poder hablar en su propia lengua y en inglés.

• Facilidades en el transporte: es clave disponer de unas buenas infraestructuras para que el cliente pierda el menor tiempo posible en el traslado de un lugar a otro.

• Especializar la oferta: cada cliente querrá un tipo específico de experiencia. Por lo tanto, no sirve preparar un pack predeterminado dirigido a todos los clientes de lujo. Es imprescindible, antes de diseñar nada, escuchar sus necesidades y preferencias y, a partir de aquí, realizar la programación.

• Facilitar su integración en el entorno: aunque precisa de discreción, quiere sentir que está viviendo una experiencia y que se ha sumergido plenamente en la vida del lugar. Para ello, querrá conocer sus costumbres y cultura, lo que diferencia aquel lugar de todos los demás.