La inflación, las materias primas y las políticas fiscales marcarán el ritmo a los inversores este año
El aumento las expectativas de inflación impulsará el rendimiento de los activos de riesgo, los riesgos geopolíticos derivados con la escalada de las tensiones en Medio Oriente condicionan el precio del crudo; y las políticas fiscales a nivel mundial a raíz de la apuesta arancelaria de Trump generan incertidumbre para los inversores.
El precio del barril de petróleo superó esta semana los 75 dólares, su nivel más alto en tres años y medio. Lejos queda aquel inicio de 2016 en que el precio del crudo se desplomaba por debajo de los 35 dólares por barril y las alarmas saltaban entre los productores de petróleo. Ahora, tanto el barril de Brent como el West Texas se sitúan en su nivel más elevado en mucho tiempo.
El equipo de Multi-Assets Navigator de Unigestion señala en su último informe que «los precios del petróleo y el dólar estadounidense serán factores clave para la asignación de activos en los próximos meses» y determinarán cómo se desarrollará el mercado.
La inflación es otro de los factores importantes que condicionarán los mercados en los próximos meses. De hecho, es el principal escollo para que el Banco Central Europeo (BCE) acelere la retirada de estímulos. En los países que utilizan la moneda comunitaria, la inflación se situó en el mes de marzo en el 1,4% anual, muy alejada aún del objetivo de ligeramente por debajo del 2%, y la inflación subyacente (que no toma en cuenta ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar) en el 1%.
En su último informe, Allianz Global Investors señala varias razones para que la institución que preside Mario Draghi se mantenga la situación actual: «Las últimas cifras económicas y encuestas empresariales fuera de la Unión Europea han sido menos optimistas que las publicadas a principios de año. Además, la inflación general de la zona euro es moderada y la inflación subyacente se ha mantenido en niveles bajos».
Y en Reino Unido, más de lo mismo. La inflación cayó en el mes de marzo hasta el 2,5% interanual, su nivel más bajo desde hace un año y dos décimas por debajo de lo previsto por la Office of National Statistics (ONS). Estos datos, unidos a la incertidumbre que rodea el proceso del Brexit, suponen un quebradero de cabeza para el Banco de Inglaterra.
Y el tercer factor importante a nivel global es la política fiscal. La rebaja de impuestos llevada a cabo por Donald Trump tiene un gran impacto en la economía. Las rebajas impositivas para las empresas hacen que éstas dispongan de más dinero para invertir y que sean más competitivas en el ámbito internacional, además de promover el retorno de dinero de las grandes multinacionales o la inversión de nuevas compañías.
Además, los inversores estarán atentos a las tensiones generadas por la política proteccionista de Donald Trump. Los aranceles establecidos por EEUU podrían derivar en una guerra comercial entre EEUU y China que afecta a la economía a escala global.
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